Editorial

Andalucía, instalada en el pesimismo

ANDALUCÍA estrena el año instalada en un profundo pesimismo sobre su situación económica y social. No es para menos. Lo reflejan así dos sondeos de opinión hechos públicos durante este fin de semana, que ponen negro sobre blanco cómo la percepción de los andaluces sobre su propia realidad se ha hundido de forma más que apreciable en los últimos meses y cómo las expectativas de futuro son abiertamente negativas. Los sondeos a los que nos referimos están auspiciados por instituciones de orientación muy diferente y la comparación entre ellos arroja un retrato de situación que no va a sorprender a nadie, pero que sí invita a algunas reflexiones. Se trata de la encuesta elaborada por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), un organismo englobado en la órbita de la Junta de Andalucía, y del III Barómetro de Percepción de la Economía Andaluza, encargado por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Ambos presentan como denominador común una situación de desaliento y de falta de confianza, que incluso afecta, según el primero de ellos, a la sólida posición que hasta ahora había mantenido en todas las encuestas el presidente de la Junta.

Los sondeos tienen la virtualidad de proporcionar una foto fija del momento en el que se realizan y así deben ser entendidos, sin darles demasiada trascedencia como indicador de comportamientos a futuro. Y la fotografía que ofrece en estos momentos Andalucía es la de una sociedad que ha visto cómo en un lapso de tiempo breve se ha pasado del discurso del crecimiento continuado y superior a la media nacional a un panorama muy distinto en el que el paro o el miedo a padecerlo se han convertido en el motor del comportamiento económico de prácticamente todas las familias. Tampoco los indicadores de confianza empresarial presentan mejores datos: la falta de financiación y el temor a unos abultados resultados negativos son las preocupaciones fundamentales de los empresarios de la región. Cierto que este panorama es extrapolable a cualquier otro territorio español. Pero Andalucía parte de una posición de salida en esta crisis comparativamente peor. El barómetro de la CEA arroja como conclusión que la situación en la comunidad es comparativamente peor que en el resto de España y la pone en uno de los últimos lugares en el ranking de bienestar. Muy diferente de lo que se pensaba hace sólo un año.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios