Mea culpa. Los medios somos a veces responsables de criticar a los hosteleros, en plan general, por no estar todo lo atentos que debieran a un evento como el Festival. Pero, es cierto, muchas veces pagan justos por pecadores porque también existen los hosteleros que se parten la cara por dejar bien alto el pabellón de Jerez durante el Festival atendiendo a los visitantes.

No cabe duda de que hay muchos empresarios de la hostelería que, increíblemente, todavía no se han enterado de que en Jerez existe un evento llamado Festival de Jerez que trae y atrae cada día a cientos, miles, de visitantes dispuestos a ver espectáculos, bailar, comer, beber y comprar. No. No se han enterado todavía. Son cutres y morirán cutres. O peor aún: son catetos y se miran el ombligo cada dos por tres. Y luego hay otros que no tienen culpa de ese atraso y que sí apuestan por mejorar y por crecer. A ellos va dedicado este artículo y las disculpas si piensan que por criticar la falta de reflejos sobre el Festival se han dado por aludidos.

Porque hay lugares como, por ejemplo, La Carboná, que han aguantado hasta las tres de la mañana para atender al público y a los artistas que salen del Teatro y darles su sitio. O emblemas como El Gallo Azul sin los cuales no podría entenderse el Festival y muchos otros lugares de copas que mantienen la luz encendida de madrugada para que los visitantes no se sientan solos. Ahora, el Bar Juanito, que es una institución en Jerez, nos ha vuelto a dar una lección a todos. Su propietario, Faustino Rodríguez, que es una de las personas más queridas en Jerez y parte del Universo, no sólo ha mostrado su apoyo al Festival manteniento las puertas abiertas en la Pescadería Vieja haya frío o calor, sino que además apuesta por el futuro del Festival patrocinando un premio al mejor artista joven del Festival. Lo que Fausttino y su equipo hacen cuando se cumple la edición número 12 del Festival es un mensaje que deberían recoger todos los 'agentes' que participan del éxito del evento.

Muchas veces se oye decir cuando llega el Mundial de Motociclismo que sólo unos pocos mantienen esta prueba para que se beneficie una mayoría. El Festival de Jerez viene a ser algo muy parecido. Hasta ahora sólo unos pocos creen en sus posibilidades y muchos son los que se benefician de la llegada de visitantes. Va siendo hora de que apueste más gente.

Faustino, el rey de las alcachofas y de muchas más cosas, es un ejemplo de constancia. Su local permanece abierto cuando otros cierran. Es refugio de artistas noctámbulos y posada para corazones perdidos. Ahora patrocina, junto a este Diario, un nuevo premio de este querido Festival. Eso es apostar por el futuro. Hechos y no palabras. Del diez...

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