Cuchillo sin filo

Francisco Correal

fcorreal@diariodesevilla.es

Autogol

Pedro Sánchez le ha metido a Rajoy el gol de Gareth Bale, pero sin apoyos se le puede volver como al meta Karius

No deja de ser una providencial coincidencia que Rajoy y Zidane hayan abandonado el barco el mismo día. Al anterior presidente, el anuncio de la moción de censura de su sucesor le obligó a aparcar su viaje a Kiev para asistir a la decimotercera Copa de Europa del Real Madrid, que por cierto nunca la ganó en 22 años de gobiernos socialistas: seis con Franco, tres con Aznar, cuatro con Rajoy. Pedro Sánchez, que es del Atleti, como el rey Felipe, tiene una ocasión de oro para desmentir esa falacia política, aunque es mucho más sencillo por ejemplo leerse el libro El siglo blanco, once relatos madridistas escritos por escritores de izquierdas, alguno de la extrema izquierda, la de Gento y Kropotkin, como Andrés Sorel. Ha llegado a La Moncloa casi con un tercio de escaños de los que avalaron el triunfo de Felipe González en 1982. Su victoria en las primarias internas del partido en mayo del año pasado, cuando se había retirado como Simón el Estilita, anacoreta de la incomprensión, fue el enésimo revés a la demoscopia, antología de gazapos en la que hay que incluir el triunfo del Brexit en Inglaterra o la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

La acrobacia de Pedro Sánchez ha sido mayor. Recuerda el caso de Iván Zamorano, el futbolista chileno que llegó al Madrid procedente del Sevilla, Valdano lo descartó en la pretemporada y a base de redaños fue entrando en el equipo, fue su máximo goleador y contribuyó a que Valdano le devolviera una de las dos Ligas que con él se fueron a Barcelona con escala en Tenerife. El gol de Pedro Sánchez ha sido como el de Gareth Bale en la final que Rajoy no pudo ver en Kiev. La duda es si al final, como un autogol, sin los apoyos de los socios de la corrala de la Pacheca, le doblarán sus manos como las del portero Karius, el coleta del Liverpool.

Como en los Evangelios, Pedro ya tiene las llaves, pero tiene que encontrar la cerradura. ¿Qué hubiera ocurrido si ocurre al revés? Si Rajoy desaloja a Zapatero con una moción de censura, ¿es un instrumento constitucional o un golpe de Estado? Este país de derechas tiene que superar ese tic de la superioridad intelectual de la izquierda. Cuando criticaban a Rajoy por judicializar la política en Cataluña, ¿no es judicializar la política poner en marcha un cambio de Gobierno sin elecciones y con un presidente sin escaño por una sentencia judicial? A ver lo que dice el VAR.

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