Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Banderas rojas

La política de estos tiempos volvió a escribir otra página en la historia de la volatilidad del voto hace una semana. Se confirma que atrás quedaron aquellos tiempos en los que, elección tras elección, los resultados ofrecían una foto más o menos fija de las preferencias de los votantes. Ahora, en cuestión de meses, o de días, se puede pasar de héroe a villano y, como le ha pasado a Ciudadanos, acabar dilapidando un patrimonio que costó años construir. El centro político, tan deseado porque se ha demostrado que quien lo ocupa acaba ganando, ha perdido un pretendiente y ahora serán PSOE y PP quienes compitan en solitario por él. A menos que la jerezana Inés Arrimadas sea capaz de convertirse una especie de ave Fénix de la política en los próximos meses/años y consiga el resurgir de unas siglas bastante quemadas en este momento. Cosas más raras se han visto en política, aunque parece claro que desde las filas populares se lanzará -si no se está haciendo ya- una 'opa' (amable, hostil, quién sabe) a los naranjas para sumar lo mucho o poco que haya quedado en pie tras el batacazo electoral que desembocó en la dimisión de Albert Rivera.

Todo dependerá del rumbo que tome en las próximas semanas el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez alcanzado por PSOE y Unidas Podemos, dos partidos que perdieron votos y diputados respecto a abril. El abrazo entre el presidente en funciones y el líder de la formación morada se apresuró, fue más rápido el acuerdo de lo que estábamos acostumbrados, tal vez para evitar tentaciones y desoír los cantos de sirena de una gran coalición por parte del jefe de filas socialista.

A falta de conocer cuál será la 'guinda' del pastel para que salgan los números en la investidura -todo indica que los republicanos catalanes de ERC se harán de rogar pero la facilitarán- la nueva legislatura promete convertirse en una lucha de dos bloques muy diferenciados, a menos que el PP de Pablo Casado se despegue del más de medio centenar de diputados de Vox en la búsqueda de ese santo grial electoral que es el centro. El 'sorpasso' que los de Abascal han dado en media España a los populares, a pesar de contar con escasa implantación y cuadros en ocasiones inexistentes, obliga a Casado a mirar a izquierda y derecha los próximos años, incluidos municipios y parlamentos regionales. Si el acuerdo entre la izquierda e independentistas de ERC se acaba cerrando, habrá que ver qué consecuencias tiene en otras instituciones. La intervención de la ministra Isabel Celaá ante la Iglesia, cuestionando el derecho a elegir la educación y, con ello, a la concertada, dos días después del acuerdo con Podemos, da una idea de por dónde pueden a ir desde ahora los mensajes y los guiños. Veremos.

Porque, de momento, las únicas banderas rojas que con seguridad se otean en el horizonte son las de los mostos que ya ofrecen el caldo del mismo nombre coincidiendo con la llegada de las frías temperaturas al Marco de Jerez. Aprovechemos estos meses de plenitud del mosto antes de que, como el voto en muchos partidos, le llegue el momento de la volatilidad.

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