Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Cambio de ciclo

Real Madrid y Barça están en plena transición

Es el ciclo de la vida misma. Naces, creces, maduras, envejeces y mueres, dando paso a una nueva generación, a un nuevo ciclo. A veces, por fatalidades de la vida, la muerte puede llegar antes de lo esperado, como tristemente ha vuelto a pasar este fin de semana en el Circuito de Jerez con un joven piloto de 15 años, Dean Berta Viñales.

La salida este año de Messi, podría ser considerado como un momento en el que el conjunto blaugrana afronta conscientemente el cambio de ciclo, aunque este se percibía en las dos últimas temporadas y el primero que lo vislumbró fue Guardiola. En el Real Madrid, la salida de Zidane y Sergio Ramos también podría ser considerado el momento del cambio de ciclo en la entidad merengue.

Cuando hay que realizar una transición, viniendo de un periodo glorioso en lo deportivo, las dificultades para afrontar el cambio se acrecientan. Está tan interiorizado ese éxito que cuesta mucho desprenderse de quienes fueron héroes, aunque ahora no sean ni su sombra. Si a ello se le une una crisis económica y otra de descrédito de los dirigentes, el cóctel a corto plazo es explosivo.

Esto es más o menos lo que le está sucediendo al Barcelona. El adiós de Messi, los problemas financieros y la desconfianza hacia los presidentes están provocando que el ambiente social esté perjudicando este cambio de ciclo. Estamos comprobando como la cantera blaugrana tiene mimbres para triunfar en el fútbol, pero las exigencias, los nervios, la presión, las comparaciones, le está influyendo de manera negativa.

Ante un cambio de ciclo, lo que debería imperar es en primer lugar que hay que atravesar un periodo de ostracismo, la llamada travesía por el desierto. En segundo lugar, saber planificar dicha travesía, definiendo las estrategias necesarias para retomar la senda de los éxitos lo antes posible. Finalmente, por muy grande que sea la entidad y por mucha presión externa que sufra (medios de comunicación y afición), paciencia y confianza en lo que se hace.

El Real Madrid, a diferencia del Barça, parece que ha afrontado dicho cambio de ciclo de manera mucho más tranquila. Florentino representa (líos de la Superliga aparte) la planificación y la tranquilidad. Su travesía del desierto empezaba con la decisión de exprimir al máximo la plantilla que termina, dejando cualquier inversión para la construcción del nuevo Bernabéu. A pesar de la presión externa, el club merengue no se ha inmutado, aunque los resultados, como era de esperar, fueran negativos. A partir de la próxima temporada, con uno de los estadios más modernos del mundo, pretende afrontar inversiones en la plantilla, que lo vuelva a situar en la primera línea mundial.

La pena es que en nuestro país, si todo sigue igual -partidos corruptos, cuyos dirigentes corruptos eligen a sucesores de sus propias familias corruptas, con una corona llena de casos corruptos y con una grave situación económica-, cualquier cambio de ciclo nos seguirá llevando al fracaso como país, eso sí, consolidando el éxito de dichos corruptos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios