Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Carrera suspendida

El extraño caso del nombramiento de un nuevo director para el Circuito de Jerez Ángel Nieto, que finalmente no salió adelante en la persona de Abraham Hernández, candidato del gobierno municipal, deja muchas preguntas en el aire y, al mismo tiempo, algunas certezas sobre el actual mandato municipal. ¿Por qué la alcaldesa Mamen Sánchez llevó al consejo un nombramiento sin tener amarrada su aprobación? ¿En qué lugar deja a la persona propuesta? ¿Estamos ante una improvisación del gobierno municipal o una estrategia electoralista de algunos partidos?

Tal vez en el seno del equipo socialista en el gobierno municipal se pensaba que contaría con un cheque en blanco de los partidos a su izquierda, o sea, Adelante Jerez y Ganemos. Y parece claro, a la vista de éste y de otros casos en lo poco que llevamos de mandato, que no es así. Los socialistas aumentaron su representación municipal tras las pasadas elecciones municipales pero la izquierda se vio mermada respecto a 2015 y eso, lejos de ser una ventaja, es un hándicap. Una sola concejal de Ganemos, Kika González, se puede erigir en árbitro de la política local, como ya se apuntó el mismo día de la proclamación de Mamen Sánchez como alcaldesa otros cuatro años. No hasta el punto de darle el poder al PP y Ciudadanos, por supuesto, pero sí como para tener a la socialista levantando el teléfono más de lo acostumbrado. Como con el asunto del director del circuito, en el que al PSOE le ha faltado hablar con sus teóricos socios en lugar de dar las cosas por hecho. Un despropósito.

A la vicealcaldesa Laura Álvarez no se le puede reprochar que haya apostado por un profesional como Abraham Hernández, que es de su confianza y que tiene una valía sobradamente demostrada. Es lógico y lícito. Lo que no se entiende es que no lo consensuase antes, para evitarle a Hernández este mal trago por el que debe estar pasando sin necesidad. Errores de cálculo que pueden dar la impresión de que en el equipo de gobierno se sienten sobrados a pesar de tantos discursos que, desde mayo, hablan de diálogo, consenso y más diálogo, el lema oficial de este mandato. Lo sucedido en el Circuito de Jerez demuestra que cuando sigue sin haber mayoría para gobernar, aunque tengas más concejales, sigues teniendo la obligación de hablar. Porque no ha sido sólo el asunto del director el que no ha salido adelante, sino también el de la delegación de facultades de la presidenta y vicepresidenta de la sociedad, lo que dificulta la gestión. Es deseable que este asunto se desbloquee por el bien del circuito y de Jerez, sin olvidar que la Junta de Andalucía, que ahora no está en manos del PSOE, tiene algo que decir en este asunto porque forma parte de la sociedad y paga algún que otro canon.

Y ojo porque desde el mismo Ganemos que ha bloqueado nombramientos en el Circuito se está aludiendo, por ahora de manera moderada, al asunto de los presupuestos municipales. Palabras mayores cuando no existe mayoría absoluta. Aunque a veces lo parezca.

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