ME declaro seguidor de Cazadores de mitos, un programa que demuestra si es verdad, como aprendimos en las películas de Tarzán, que las arenas movedizas se tragan a las personas. Pues no; al final, flotan. Espero una versión andaluza para comprobar si el viento de Levante se va el jueves cuando entra el martes. Resulta que los Príncipes de Asturias se han ido de vacaciones a un hotelazo de 6.000 euros por noche en las Islas Fiyi. Lo veo en Intereconomía, de la que no soy fan porque no saben adobar su bilis con el cinismo y el culturón que gastaba Federico Jiménez Losantos. El de Intereconomía -un pavo engominado con la muñeca llena de pulseras compradas en los chiringuitos pijojipis- llama a la fuente: Iñaki Anasagasti, ese hombre que aún no ha enviado por whatsapp un vídeo de cómo se peina por la mañana. Y desvela que se lo ha contado un amigo de confianza. Ea! "Oye, Iñaki, que el bonito está a dos euros en el mercado de Bermeo". La Casa Real lo desmiente, pero el mito crece por tertulias donde el corazón se saltea con la casquería, por las redes y por los internet. A más intercomunicación, menos información. Cazadores de mitos, ésta es mi duda: ¿Por qué se juntan ultranacionalistas de un lado y otro? Soy monárquico por pragmatismo; por estas cosas, pero ya podría decir la Casa dónde estuvieron. "Nada que ver con las Fiyi". ¿Cerro Muriano?