Tribuna libre

Jerónimo Roldán

Periodista

Albores de ‘Cómo bailan los caballos andaluces’

EL título original del espectáculo nacido en Jerez ‘Cómo bailan los caballos andaluces’ permanece como referente turístico internacional de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. La idea con fuerte apuesta inicial de Álvaro Domecq, padre e hijo, se hizo realidad en su proyecto desde sus propios comienzos. La Real Escuela ha tenido avances importantísimos en su amplia y compleja actividad, pero sostiene el nombre original que empezó a tener sus primeros compases en el año 1973, cuando Álvaro Domecq Romero recibió el premio del ‘Caballo de Oro’.

‘Cómo bailan los caballos andaluces’ fue el punto de arranque de una serie de actividades que consistían en la preparación y enseñanza de jinetes. Siguió el propósito con más amplitud para abrir camino y dar a conocer en primer lugar a toda Andalucía con el espectáculo que quedaba ubicado en el pabellón cubierto o la carpa que durante ocho años se instaló en el Parque González Hontoria, sobre la superficie donde se construiría IFECA.

Una positiva experiencia la del pabellón cubierto o la carpa que en principio se instaló en 1974 para una breve permanencia, pero que en el transcurso del tiempo y de la actividad generada por el propio espectáculo llegó a tener hasta ocho años de vigencia. Entretanto no habían cesado el interés y el objetivo que se habían marcado Álvaro Domecq padre e hijo, para albergar la ilusión de que llegara a feliz término la definitiva Escuela Andaluza de Arte Ecuestre en su enclave del Recreo de las Cadenas.

Antes en ese año de 1974 se llegaron a realizar una serie de galas desde la misma carpa o pabellón cubierto con especiales dedicaciones a las ocho provincias en sesiones diferentes de toda la región andaluza. En el transcurso del tiempo, no paraba el interés sobre la construcción de la definitiva escuela andaluza que en principio dependió del Patronato de la Diputación Provincial de Cádiz y que en 1981 presidía su titular el socialista Gervasio Hernández Palomeque.

Nadie puede olvidar, como queda expuesto con anterioridad que en el impulso, tramites desarrollados y creación de esta escuela influyó decisivamente el esfuerzo de Álvaro Domecq padre e hijo a fin de que Jerez contará poco más tarde de 1981 –ya construida- con su funcionamiento. La escuela es una recreación del estilo clásico andaluz. Queda reflejada en su edificación del antiguo palacio colindante dentro del mismo recreo de las cadenas. Es ecléctico el estilo del antiguo palacio que data del siglo XIX, constituyendo “un revival” del modo arquitectónico francés: Versalles, los grandes castillos del Renacimiento del país vecino como Fontainebleau, Chenonceaux… La fecha oficial de la inauguración de la Real Escuela se produce en octubre de 1987 con la presencia de los reyes de España y siendo alcalde de Jerez Pedro Pacheco.

Los albores de ‘Cómo bailan los caballos andaluces” cabe recordar a los amigos y jinetes que acompañaron a Álvaro Domecq Romero en su legítimo propósito. Manuel Vidrié, Francisco Javier García Romero, Antonio Diosdado, Antonio Moreno ‘El Pelao’, Manuel Méndez, todos pusieron su empeño por hacer grande un proyecto que en sus orígenes alcanzó el esfuerzo y el sacrificio individual y colectivo para favorecer a tan importante causa que en la actualidad acapara su máxima expresión como atractivo turístico internacional. Tuvieron primero sus preparativos con sus propios caballos en la finca de los Alburejos para después pasar al pabellón cubierto del Parque González Hontoria, hasta que abrió sus puertas la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre.

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