Escuché ayer en la radio que había niños en nuestro país que llevaban al colegio un desayuno compuesto de dos rebanadas de pan. Uno de ellos decía: así me imagino que en medio tiene lo que yo quiera que tenga. Es el ejemplo de niños que no pueden desayunar y que si no lo hacen en el colegio, tampoco pueden comer. ¿A ninguno de nuestros gobernantes se le cae la cara de vergüenza? ¿Cómo podemos decir que somos europeos cuando nuestros niños no pueden ni siquiera tener garantizadas las comidas mínimas para crecer sanos? A nada que nos descuidemos tendrán que venir a ayudarnos las mismas ONGs que ayudan a otros países. Y mientras, aquí, seguimos encareciéndolo todo como si nadáramos en la abundancia. De momento en Jerez sube el agua, y por ende seguro que todo lo que le acompaña en el recibo. Encima resulta que por gestionarla una empresa privada habrá que pagar un IVA que antes no pagábamos. Como dice mi amigo, cualquiera podría pensar que es una forma de devolver al estado parte de los fondos que está dando al Ayuntamiento ¿no? Te doy dinerito por aquí, tú privatizas y coges más dinerito por allí, y además recupero parte de lo que doy por la vía del dichoso impuesto. Bien pensado sí que está desde luego. Bueno, al final, ya sabemos de dónde sale todo. Por lo demás, unos avisan que las subidas serán importantes y otros dicen que no. El tiempo y nuestra cuenta corriente darán o quitarán razones y dejarán a alguno por mentiroso. Lo que nadie se atreve a negar es que la privatización supone desde ya, un mayor gasto para nuestros bolsillos y un importante ingreso para las arcas municipales. Ojalá lo utilicen bien.

Ahora por ejemplo hay muchas críticas al dinero empleado en un viaje a Laredo, Texas. Lo que mi amigo no tiene claro es el motivo de las críticas. No sabe si son porque solo han ido dos y tenían que haberse ido todos los del gobierno, o si son porque han vuelto en lugar de haberse quedado allí. En fin, a ver si para el próximo viaje, que han insinuado que puede ser a la luna hay más suerte y se cumplen las dos premisas. ¡Confiemos!