TRIBUNA LIBRE

Manolo Montero /

Congresos en tiempo de crisis

EL tsunami financiero no acaba de amerizar en las costas de EE.UU. Quiebran bancos, quiebran constructoras y empresas inmobiliarias, quiebran aseguradoras. Quiebran líneas aéreas. Los efectos del huracán Ike en versión Lehman Brothers o AIG no terminan, de una vez por todas, de poner fin a sus efectos colaterales. Las medidas de la reserva Federal han supuesto poner en circulación el equivalente a un billón de euros. Para hacernos una idea, el equivalente al 75% del PIB español durante el año 2007.

Pero también quiebran los Ayuntamientos. En el Estado de California, Vallejo, una ciudad con ciento veinte mil habitantes, al Noroeste de San Francisco es la primera ciudad en declararse en bancarrota. En EE.UU., los ayuntamientos no son ajenos al "boom" inmobiliario. La disminución de ingresos procedentes del ladrillo hace mellas en su escasez de recursos.

El 44% de las inversiones de los Ayuntamientos en España se han financiado con suelo. Los Ayuntamientos no tienen más capacidad para endeudarse y gestionan sólo el 12,4% del gasto total del sector público. Con estos recursos hacen frente a servicios que muy a menudo no les corresponderían. Y La actual coyuntura no avala la oportunidad de revisar en estos momentos la financiación de las Corporaciones locales, salvo más allá del 2010.

En este contexto, los partidos políticos en Jerez se desenvuelven en un período de congresos locales. El PSOE de Jerez tiene anunciado el congreso local para el próximo mes de Octubre. Y el Partido Popular tiene que celebrarlo antes de fin de año, al igual que Izquierda Unida. En una democracia de partidos como la nuestra y en un periodo de recesión económica de tanto calado, bien podría esperarse alternativas concretas que conciliaran respuestas a esta situación.

De una parte, el PP, en un gesto de oportunismo, adelanta sus propuestas para un debate extraordinario en Pleno sobre la crisis económica. Las dieciséis propuestas del PP proceden de un decálogo de medidas elaborado en una reunión en Ciudad Real por Alcaldes del PP en el pasado mes de Julio, para adaptar la crisis a los Ayuntamientos Las medidas presentadas en nuestro Ayuntamiento de Jerez pueden resumirse en: menos impuestos...menos personal... menos salarios...menos empresas municipales... menos gobierno...y de haber seguido por esa línea, bien podían haber terminado proponiendo: menos PP. Es el modelo fracasado que nos llevó a las hipotecas basuras y nos sigue sumergiendo en la profundidad de la crisis.

De otra, el PSOE parece abordar su congreso en una clave interna de continuidad o de renovación de su Alcaldesa-Secretaria General. Esa no debiera ser la clave. Porque el gobierno municipal, tras las tensiones del periodo de coalición con el PSA, y la consecución de la mayoría absoluta, viene salvando a trompicones el alto nivel de endeudamiento heredado. Y el interior del partido, soporta la tensión que refleja "la transición de la oposición al gobierno" que aún no se ha interiorizado y mucho menos digerido. Si se insiste en el crecimiento de una afiliación inducida, y en la afiliación por aluvión propia en partidos de gobierno, se fomentarán más grupos de presión que cercanos en un principio a la Secretaría General continuarán forzando la gestión y la agenda política municipal hacia un populismo incapaz de cumplir con las expectativas que se demandan. Menos aún en momentos de crisis.

La actual recomposición de un modelo interno que dote de coordinación, sensatez y cordura a una nueva dirección para esta nueva etapa pretende ocupar la centralidad del debate, pero desplaza los asuntos de interés ciudadano hacia los órganos municipales. Esta estrategia volvería a profundizar en la fractura PSOE-Gobierno local. Donde "Gobierno local" es sinónimo de Alcaldesa y donde "el PSOE" es la ausencia de partido.

Es momento por tanto de reinventar la política y la economía, también desde lo local, en un momento de transición, donde la defensa de los modelos cerrados pertenece al pasado Se sabe bien lo que no se quiere, pero no se tiene certeza de lo que se quiere. Hay que ir definiéndolo. El ciclo «reflexión-acción-reflexión» ha de instaurarse en los pequeños núcleos de la vida partidaria hasta conseguir que resulte teoría de la práctica de un nuevo ciclo emancipador: también desde lo local. Es hora de romper con el conservador mensaje que recomienda, en tiempo de crisis, no hacer mudanza. Todo lo contrario.

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