Tribuna cofrade

Manuel Serrano Jiménez

Ex Hermano Mayor de la Hdad. De Cristo Rey

Coronación Canónica

He querido dejar pasar este periodo estival para volver a escribir sobre la Santísima Virgen de La Estrella, titular de nuestra Hermandad y Patrona del Instituto de los Hermanos de Las Escuelas Cristinas (hijos de La Salle) y con ello cumplir con el compromiso que he contraído conmigo mismo sobre la “Misión Lasaliana” en relación con la devoción y el amor hacia la Madre de Dios y hacerlo divulgar no sólo hacia los cristianos o los cofrades sino a todo el pueblo de Jerez.

Para ello en este articulo voy a tratar de comentar superficialmente la importancia y lo relativo a lo que es una Coronación Canónica a una Bendita Imagen de la Santísima Virgen María, en este caso con la advocación de Nuestra Señora de la Estrella.

La coronación canónica, según he podido leer, es uno de los importantes ritos litúrgicos católicos, instituido en el siglo XVII e incorporado posteriormente en el siglo XIX a la liturgia romana, para de esa manera poder resaltar la devoción por una advocación mariana, sea de dónde sea y a la imagen que sea, y que consiste en la imposición de una corona o coronas al icono o imagen escogida con tan alto honor litúrgico.

Esta “definición”, permitidme que lo llame así, me accedería a pensar que pueda tener una correlación o una importancia del relato que supone que María subió a los cielos en cuerpo y alma (Asunción de la Virgen) y allí fue coronada por Cristo, Dios Padre o la Santísima Trinidad y que, desde mi punto de vista, tiene una gran trascendencia en la devoción mariana.

En un principio hay quien piensa que la Coronación canónica no es más que una celebración multitudinaria en torno a una imagen de la Santísima Virgen en la que el obispo de la correspondiente diocésis pone sobre las sienes de la imagen de María Santísima la corona que le ofrece su diocésis, su parroquia, una asociación de carácter religioso o su pueblo, aunque generalmente son las hermandades las que suelen ser las que lo piden con más frecuencia y que se queda sólo en eso en un “acto”.

Pero eso es simplemente un momento de todo lo que es una Coronación, y considero que este solemnísimo hecho litúrgico es mucha más que eso solamente y que tiene un significado mucho mayor que ese día sin más.

La Coronación Canónica es un proceso en el que hay que demostrar que una imagen concreta recibe un culto multisecular, es decir, que esa imagen haya movido desde muchos años, e incluso en algunos casos, siglos atrás a los fieles a una veneración sincera a la Madre de Dios por medio de ese signo divino que es la imagen.

Demostrado esto, la autoridad eclesiástica determina coronarla solemnemente, poniendo sobre su cabeza una corona. Es por tanto, una práctica especial de devoción unida a la Iglesia; una práctica que nos debe unir más a la Iglesia y a sentirnos Iglesia de Jesucristo unida a María.

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