ABRO el Diccionario de la Quimera y de la Supervivencia (edición 2007 renovada y ampliada) y busco la palabra "estadística". Leo con atención: "Rama de la matemática que utiliza grandes conjuntos de datos numéricos para obtener inferencias basadas en el cálculo de probabilidades y cuya interpretación se realiza libremente en función de las circunstancias y de los intereses políticos o personales".

Pensarán que a qué viene semejante disertación seudo-lingüística un martes por la mañana. Y no les faltaría razón si no fuera porque a lo largo de estos días se han ido sucediendo una serie de noticias, basadas en cálculos estadísticos, con las subsiguientes interpretaciones, fundamentadas éstas en nuestro diccionario particular, de uso común entre la clase política.

Empecemos por el denominado "Informe PISA" 2006 que dice, entre otras beldades, que España retrocede dramáticamente en los índices de lectura y de comprensión lectora de los alumnos de secundaria, y se estanca en la mediocridad en ciencias y en matemáticas. Indica además que Andalucía ocupa el último lugar entre las Comunidades Autónomas españolas sometidas a estudio, tanto en matemáticas, como en lectura y en ciencias.

También en estos días hemos conocido los resultados de la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre del año, en la que la tasa de paro subió en Andalucía, acercándose al 12% de la población activa, de los cuales 18.040 son jerezanos.

Por último, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) ha presentado un estudio, según el cual más de 400.000 andaluces viven en la pobreza severa y cerca de 300.000 son víctimas de la exclusión social. Cádiz es la provincia que se sitúa a la cabeza en esta clasificación con más de 12.259 personas -el 9,4% de la población- que padecen exclusión social.

Pues bien, como la estadística es una ciencia que, según la definición del Diccionario de la Quimera y de la Supervivencia, admite las más atrevidas interpretaciones, nuestros responsables han salido a la palestra para justificar de forma variopinta e ingeniosa los resultados: que si hay Comunidades que no se han sometido a la encuesta del Informe PISA y, por tanto, sólo somos los últimos de entre los encuestados; que hemos incrementado notablemente los recursos destinados a educación; que si las tasas de paro están en las líneas habituales de otros años en este mismo trimestre; que si la población gaditana ha mejorado notablemente sus índices de bienestar, que siý ¡Bendita ciencia esta, la estadística, que permite siempre dulcificar los datos e interpretarlos positivamente! ¡Quien no se consuela es porque no quiere! ¡Y además con variables estadísticas en las manos!

Ante este confuso panorama, abro de nuevo nuestro particular Diccionario y busco la palabra "dimisión". Me responde escuetamente: "La palabra dimisión no está en el Diccionario". Por algo se trata del Diccionario de la Quimera y de la Supervivencia, claro está. Pues nada, vivimos en una balsa de aceite: a interpretar, que estamos en periodo preelectoral.