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Carmen / Oteo /

¿Cultura?

San Sebastián es ya la Capital Europea de la Cultura. Atrás quedaron Córdoba y Zaragoza que también competían por la candidatura. Tiene toda la lógica. San Sebastián ha utilizado el lenguaje moderno y políticamente correcto que tanto gusta a los que toman este tipo de decisiones. La Convivencia, La Paz, es lo que ofrecía una ciudad que no es libre, que tiene su paz amenazada por una organización terrorista y cuya convivencia es absolutamente anormal. Es una decisión política, un deseo, una mentira que se traduce en millones y un altavoz para publicitarse por el mundo entero. Enhorabuena. Otegui es un hombre de paz y San Sebastián una ciudad para la convivencia. Vale, se acepta pulpo como animal de compañía.

El País Vasco, San Sebastián, es como una niña rica y malcriada al que todo el mundo le hace regalos para que no patalee y monte un numerito. Los reyes iban a visitarla en verano, Franco le dio sus mimos y, los dos grandes partidos de España, han cedido a los nacionalismos lo que les han pedido con tal de gobernar.

San Sebastián tiene los mejores vestidos, una playa que es una concha abierta al mar, un festival de cine al que acuden afamados artistas, un barrio antiguo por el que perderse, una nueva cocina revolucionaria que tiene más de magia y de invento que de arte, una cocina antigua que supera a la francesa, unas tabernas para los lugareños en las que da respeto entrar y… miedo. De todo menos una convivencia en paz y libertad. De vez en cuando, y a su conveniencia, los asesinos deciden no matar por un tiempo. Hasta ahí.

Córdoba y Zaragoza no podían ganar en ningún caso. Romanos, musulmanes, judíos, cristianos, les han dejado su mejor legado artístico. No se entiende el mudéjar sin Zaragoza ni el arte musulmán sin Córdoba. Goya y eminentes filósofos nos dicen los que somos de verdad. Crisol de culturas sin propaganda política ¿Cómo iban a ganar?

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