A Obama le espera una buena: el mayor déficit público de Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial y el mayor aumento del paro en su gran país en un solo año. Pero en Europa no andamos rezagados. Ningún país europeo había generado un millón de parados en un año desde los tiempos de la República de Weimar alemana previos a la toma del poder por los nazis. Hasta ahora. España lo ha conseguido al fin durante 2008. Triste récord al que no hay que poner buena cara, sino cara de circunstancias.

Así pues, Zapatero tiene más experiencia que Obama en cuestiones de crisis económica. Y experiencia directa. Obama, cuando tome posesión el día 20, podrá quejarse de la herencia recibida, ciertamente desastrosa, aunque ello no le va a hacer engrosar ni un solo día el período de gracia de su mandato. Zapatero ha visto en un año cómo la economía española ha pasado de la euforia a la depresión. Él mismo ha tenido que desacelerar su optimismo. "Crearemos hasta dos millones de nuevos puestos de trabajo", dijo tal día como ayer, doce meses atrás (9 de enero de 2008).

Ahora admite a regañadientes que no va a acabar con "la lacra del paro", que decía entonces, aunque insiste en que la tendencia empezará a cambiar en marzo. El problema es que nadie le cree. Su falta de credibilidad da la medida de un fracaso colectivo. Porque se siente uno fracasado cuando mira la tabla clasificatoria del desempleo en la Unión Europea y ve allí, en todo lo alto (o en todo lo bajo, según el orden), a su país, con su banderita rojigualda al lado para que no haya dudas en la identificación. No depende sólo de ZP, pero ni sus gobiernos ni los anteriores reconvirtieron la estructura económica del tiempo de la euforia, cuando construíamos ochocientas mil viviendas al año y creíamos que eso duraría siempre. Por poner un ejemplo de demagogia y pasividad de los gobernantes.

Cunde el optimismo y se expande del centro a la periferia. En Andalucía cerramos el año con 719.000 parados. Son un 40% más, nada menos, que en diciembre de 2007. ¿No es para echarse a temblar? Pues parece que no: el consejero de Empleo declara que las políticas anticrisis de la Junta están dando sus frutos, como prueba el hecho de que el aumento del paro aquí ha sido inferior en porcentaje a la media española. El consuelo no puede ser más desconsolador. Si sigue creciendo el número de desempleados, llegará un momento en que cualquier incremento será porcentualmente mínimo. Con todos los trabajadores parados, sería imposible que el paro siguiera aumentando: cero por ciento de subida, mucho menos que la media nacional. Y perdonen la broma de mal gusto.

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