al pie

/ Eugenio / Camacho / Facebook.com/eugenio.camacho / / /

Echándole eso

AL final voy a tener que tragarme todas mis palabras. Reconozco que he sido bastante excéptico con respecto al aumento cuantitativo de la masa social del Xerez durante esta época dorada que, afortunadamente, no parece tener fin. Que me ha faltado fe para entender que la marea azulina era y es algo más que un calentón coyuntural de miles de personas removidas por tanto y tan bueno. Que no he sabido ver la regeneración que ha poblado todo el plástico a la vista del estadio Chapín.

Definitivamente, el paso por Primera división de hace dos años, además de la impaciencia lógica por volver a estar más pronto que tarde entre los grandes, ha dejado un poso en forma de miles de aficionados azulinos impenitentes y perseverantes que, venciendo a la crisis y a los agoreros, no han dudado en sumarse a un nuevo e ilusionante proyecto.

Pero digo yo que algo tendrá que ver la coherencia con la que se están haciendo las cosas dentro de un club con infinidad de problemas. En primer lugar, la cabeza pensante de la parcela deportiva, que aprende rápido, ha rectificado sobre la marcha y ha repartido un manual de intenciones del que nadie se sale. Sin llegar a vender humo, el mensaje está siendo ilusionante y esperanzador, y eso es algo que se contagia.

Sobre todo cuando el perfil de los nuevos fichajes, técnico incluido, es el de profesionales jóvenes, hambrientos de triunfo y convencidos del proyecto en el que se han embarcado. Lo hemos visto con Merino y Moreno, con Cámara, Israel y Tato, y a buen seguro que los dos o tres que tienen que venir aún llegarán con el mismo espíritu.

La campaña de abonados es también un ejemplo de rentabilidad. Se podrá discutir su calidad y hasta el guión, pero ha cumplido su objetivo porque el "Vamos a echarle huevos" ha dado la vuelta a España. No se puede pedir más por menos. Mucha repercusión mediática con pocos medios y menos presupuesto. Chapó.

Los frutos se ven a diario, con el número de socios superando los 1.500 después de sólo cinco días. Además, después de mucho tiempo, en el Xerez sólo se habla de fichajes, de pretemporadas, de campaña de socios y del estado del césped de Chapín, que afortunadamente no se ha resentido tanto de las altas temperaturas.

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