Punto de vista

José Ramón del Río

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Elecciones en Cataluña

Parece que las aspiraciones de lo socialistas catalanes en los comicios autonómicos son moderadas

Están convocadas para el domingo 14 de febrero y a diferencia de lo que sucedió con las elecciones en Galicia y País Vasco, donde se suspendieron los comicios por razones de protección de la salud pública, en Cataluña no está previsto su aplazamiento. Supondría -dicen- una limitación muy intensa del derecho de voto y abriría un periodo de provisionalidad en el funcionamiento de las instituciones catalanas, sin Parlamento y con un gobierno con la presidencia vacante. Se añade, que el repunte de la pandemia no fue un suceso imprevisible, cuando se convocaron las elecciones el 21 de diciembre pasado. En definitiva, que habrá elecciones, porque no se han determinado cuáles son los indicadores que deben tenerse en cuenta para celebrar o suspender la convocatoria. Parece que las aspiraciones del partido de los socialistas catalanes son moderadas: se conforman con presidir el Parlamento, porque para gobernar necesitarían 68 escaños, que suponen la mayoría absoluta.

Pero la coalición de los partidos que nos gobiernan en España, PSOE y Unidas Podemos, no pierden el tiempo, porque se ha votado en el Congreso retornar la "mesa de diálogo" en Cataluña. Es una moción de Esquerra Republicana y tendrá lugar cuando se constituya el Ejecutivo autonómico que surja de las elecciones del día 14, y sus dos temas son de calado: la amnistía de los líderes independentistas, condenados a penas de cárcel, y acordar como válido y posible el ejercicio del derecho a la autodeterminación, para proclamar la independencia de Cataluña. En ello está implicado el candidato del PSOE, Illa, que fue el que lo acordó durante la investidura de Sánchez, como presidente del Gobierno. Así Oriol Junqueras no tendrá que insistir en su mantra: "lo volveremos hacer".

En Cataluña la mayoría absoluta necesita 68 votos y, según los cálculos y pronósticos, ningún partido se acerca y serán necesarios dos o tres partidos para formar gobierno. La consigna es no investir como presidente a quién no se comprometa formalmente con la independencia de Cataluña y, otra, que hay que evitar a toda costa que el PSC (socialistas) esté en el Gobierno. Cs se ha ofrecido para formar con PP y PSC un gobierno constitucionalistas, que tiene tan poca posibilidades que el PP exige que los socialistas catalanes cambien de candidato a la Presidencia, quitando a Illa. Y en lo que insiste Esquerra Republicana es en la reunión, después de las elecciones de la mesa de diálogo, para conseguir la amnistía de los condenados y la independencia de Cataluña.

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