La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Elogio de los camioneros

Quizás sean los camioneros y transportistas quienes más hayan padecido el final de 2020 y el inicio de 2021

Tal vez sea John Williams el músico idóneo para poner banda sonora a este nefasto inicio de enero con tercera ola, ciudades colapsadas por las nevadas y frío polar. Por algo es el maestro de las películas de bichos y catástrofes, el de La aventura del Poseidón, El coloso en llamas, Terremoto, Tiburón, Parque Jurásico o La guerra de los mundos. Algo se debió intuir para que en octubre del siniestro 2020 Williams recibiera, junto a un recién fallecido Morricone (cuando la cosa se pone mala…), el Princesa de Asturias que, a causa del bicho, agradeció desde Los Ángeles; y para que en las Navidades pandémicas la 2 de TVE emitiera su concierto en la Sala Dorada del Musikverein de Viena. Justos remates del funesto 2020 que dejó tras sí más de 70.000 muertes en España y casi dos millones en el mundo, y oportuna obertura del 2021 inaugurado por las nevadas, el frío polar y la tercera ola. ¡Música de catástrofes, maestro Williams!

Pero no todo es negativo. Pese al tirarse las responsabilidades del Gobierno de España a las autonomías y de éstas a los ciudadanos irresponsables, hay que decir que la mayoría ha reaccionado con una serenidad y solidaridad notables. Que en muchos casos ha llegado al heroísmo anónimo de los miles que se han sacrificado para que todo siga funcionando. No me refiero sólo a los sanitarios que cada día, a las 8 de la noche, se aplaudían en los meses más duros del confinamiento; también a los farmacéuticos, estanqueros, quiosqueros, informadores, policías o cuantos trabajan en la cadena de alimentación, desde los agricultores y ganaderos a los trabajadores de los supermercados; sin olvidar, por supuesto, a los pequeños transportistas y los camioneros. Estos últimos, además de padecer los tiempos más duros de la pandemia trabajando, han sufrido recientemente los reveses del gran atasco pos-Brexit que a muchos les obligó a celebrar las Navidades lejos de sus familias y ahora sufren las consecuencias de las grandes nevadas.

De entre todos los profesionales tal vez sea este colectivo el que más haya padecido el final del negro 2020, con el bloqueo originado por el cierre de las comunicaciones entre el Reino Unido y el continente, y el inicio de 2021 con la peor ola de frío y nevadas en décadas que los ha inmovilizado por miles. Todo mientras avanza la al parecer imparable (aunque las autoridades parecen no querer enterarse) tercera ola.

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