El balcón del lector

David Puerto Román

Empaparse de Jerez

LAS Fiestas de la Vendimia son una magnífica oportunidad para descubrir y conocer mejor el universo del los jereces. Desde sus viñedos, sus bodegas y el disfrute de los diferentes vinos maridados con la mejor gastronomía de nuestra tierra. Sería ideal aprovechar para formarse en el vino que lleva el nombre de la ciudad por todo el mundo, convirtiéndonos, en la medida de lo posible, en ‘exportadores autóctonos’ de las bondades del sherry.

Sabiendo, entre otras curiosidades, que el reglamento del Consejo Regulador de la Denominación de Origen data de 1935, siendo el más antiguo de España. Que las variedades de uva permitidas son: la Pedro Ximénez, la Moscatel y la Palomino Fino, siendo esta última la que predomina el Marco. Un marco bañado en su mayor parte por una tierra milenaria, la albariza, calcárea y muy porosa capaz de retener durante el año el poco agua de lluvia que cae.

Una tierra que aporta carácter a la uva que se cría en ella. Una uva, la Palomino Fino, muy versátil capaz de reproducir diferentes tipos de vinos: fino, amontillado, oloroso… Bodegas centenarias, nuevas o familiares que siguen con la tradición y el cariño en la crianza de los vinos. El sistema dinámico y único de las soleras y criaderas. La crianza biológica y su velo de flor, la oxidativa, el misterio del palo cortado. Vinos que deben consumirse todo el año, olvidando el bulo de ser vinos de feria.

Jereces, vinos blancos, no solo de copeo sino de mesa, que en ocasiones rozan los cien años de crianza.

Vinos fantásticos para maridar y disfrutar una comida con todo tipo de platos. Lo bien que sabe el jamón ibérico con un fino o la carne ibérica con un oloroso…etc.En definitiva, que estas fiestas que celebran la vendimia sirvan para empaparnos de Jerez, redescubriendo con entusiasmo los jereces.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios