HACE ya bastantes años que 'la bohéme' abandonó las buhardillas de París, que para muchos es ahora sólo lugar de paso después de haber visitado Euro Disney, y los únicos artistas que quedan en Mont Martre -si es que se les puede llamar así-, son aquellos que hacen caricaturas de los turistas por unos pocos euros. Para pasar penurias actualmente, bastante tenemos cada uno con las que tenemos que lidiar a diario, aunque no sean las económicas y ya puedes estar trabajando en la cadena de montaje de una fábrica, viviendo en un adosado o en el cuarto piso de un bloque altísimo que, quien quiera -ahora especialmente en que mi amigo Pepe acaba de colgar las palabras más hermosas en la calle Larga- no tiene más que extender la mano para encontrar la emoción de las letras. Aunque estemos en una ciudad de provincias, entre la mediocridad más aburrida, a mí al menos siempre me quedará Jerez, que es lo que me ha tocado.