Pocas palabras han sido más manoseadas en esta crisis que la de "Experto", invocada por políticos, periodistas, opinadores, analistas y resto de fauna informativa que nos inundan estos días de confinamiento. Informaciones interesadas o poco contrastadas revestidas de ropaje partidista para favorecer a la Tribu han crecido a la misma velocidad que ha disminuido el consumo de queroseno. Separar el grano de la paja es tarea de cada cual. Lo que me sorprende es como este mal avenido Gobierno sigue empleando como argumento de autoridad la palabra Experto. No sé si ese manoseo es real o fingido, si el Presidente hace o no lo que éstos le recomiendan. Si es así, miedo me da. Esos expertos nos dijeron hace dos meses que el virus apenas tendría impacto en nuestro país, que no utilizáramos mascarillas, nos animó a participar de concentraciones y llegó tarde al aislamiento. Unos expertos que avisaron de que el peligro estaba en el colapso hospitalario sin prever que nuestra reserva de mascarillas, protectores y respiradores no alcanzaba para todos porque no acertaron que ese "todos" fuera una cifra tan descomunal. Expertos que saben que la manera de diagnosticar el virus es con una prueba test, y un mes después, menos del 5% de la población española ha sido testada. Estos son los mismos que nos recetan cómo salir del aislamiento; pues que les digo, que la confianza en los Expertos y el Gobierno que los elige y consulta es manifiestamente mejorable. Ya les valdría cambiar de Expertos. ¿o es que realmente no son tan Expertos? A lo mejor es que no han consultado a los adecuados, o que éstos son la coartada para tapar la desastrosa gestión de un Gobierno, que aun queriendo hacer lo mejor posible, no pudo o no supo. Urge cuando las aguas se calmen, cambiar al Capitán de este barco y a sus primeros oficiales. Sin demora.