Se nos va de feria

Fernando / Taboada

Feria y medio ambiente

IGUAL que las tómbolas. Ni quinientas mil ni un millón. Ya puestos, las autoridades prevén que esta Feria la visiten, como mínimo, dos millones de almas. ¿Exageraciones? Qué va. Yo diría que hasta se quedan cortos. Este año lo menos vendrán -sin contar a los nativos- entre vendedores de perritos calientes, mariachis, mimos, trileros, predicadores y chinos mandarines (de los que llegan atraídos por la reciente visita de la alcaldesa al Celeste Imperio) alrededor de cinco millones. Persona arriba, persona abajo. Algo así como la población de Noruega, con la salvedad de que los noruegos por lo general son bastante patosos bailando sevillanas.

Pero si en cuanto al gentío andamos sobrados, tampoco en el alumbrado nos quedaremos atrás. Hablan de otro millón, pero de bombillas. Y lo dicen con la boca pequeña por miedo a que se echen encima los ecologistas. ¿Pero qué problema hay en derrochar tanta luz? ¿Acaso no se protege el medio ambiente también ahorrando agua? Pues en ese aspecto nuestra Feria es un ejemplo para todo el mundo. Estos días ahorraremos tanta agua como para llenar varias veces el pantano de los Hurones. ¿O no conocen ustedes a alguno que no piensa probar ni gota?

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