TODO aquel que ama profundamente vive un constante natalicio./ La adulación que se recibe amamanta el amor propio./ Para no aburrirnos, al menos debemos soñar./ Solamente la vida agota al hombre./ Hay que mirar con telescopio hasta lo que está más cerca para engrandecerlo, porque el microscopio es demasiado minimizador./ Quien no arriesga, no disfruta de las emociones recónditas./ Justificarse así mismo puede ser un acto de egolatría./ La búsqueda de la fe es interminable./ Todo romántico es un ser generoso./ Cuando se es joven nuestra risa es más abierta y profunda./ El poeta, como es hombre, hasta se cansa de la poesía./ El miedo es una especie de emboscada traicionera que nos asalta./ Sentir piedad es una señal de hombría./ El arte, aunque sea en una mínima expresión, siempre nos enseña algo./ La belleza es luz./ Cumplir consigo mismo debe ser la primera de las aspiraciones personales./ Todo ser inteligente tiene una gran pasión./ Para razonar hay que tener muy buena memoria./ Quien no duda nunca es un individuo peligroso./ Aquel que habla sin sucesión de continuidad es un ególatra empedernido./ La amistad verdadera es un epinicio./ No hay descanso sin trabajo./ El progreso es una especie de sucesos insondables./ Siempre se aprende cambiando de idea o de libro./ Existe quien no piensa porque teme equivocarse./ Escribir significa hablar con sí mismo./ Es posible que nunca se termina una obra de arte./ La bondad deviene de la sangre./ Cada palabra, aunque sepamos lo que supone, esconde un secreto./ No se suele enseñar lo que más queremos para no deteriorar su vigencia./ Jamás olvidamos los sueños que no se realizan./ El espejo puede ser nuestro cómplice o nuestro espía./ Vivir en vano sería no sentir alegría ni padecimiento./ Por regla general el vulgo no valora lo que bien se hace./ En toda soledad nace una aspiración humana./ Consumimos la vida queriendo renacer./ El silencio puede considerarse una puerta cerrada al mundo./ El tacto es la mayor prueba de que se está vivo./ La verdadera enseñanza de la vida se cifra en dilucidar lo que vemos./ Para perdonar de verdad, hay que comprender a quien se perdona./ Está claro que hay que merecer cuanto deseamos o nos ilusiona./ Conforme pasa el tiempo se va muriendo el nuestro./ Los diarios inventos nos revelan que envejecemos./ La originalidad no se aprende, es cuestión de personal naturaleza./ Los buenos recuerdos nos alimentan el espíritu./ También a la memoria hay que ponerle corazón./ Lo que se sabe nunca es bastante para estar seguro ante una incógnita./ Todo hombre mantiene un monólogo consigo mismo./ La autografía del poeta está implícita en sus veros./ La filosofía de cada cual se basa en decidirse por lo que quiere./ No por muchos aspavientos se es más persona./ El buen estilo depende de las ideas bien fundadas./ Lo imperdonable no existe./ El lenguaje es el esplendor del conocimiento.
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