Greta Thunberg es una joven sueca que se hizo famosa hace unos meses por ser la promotora del movimiento 'Juventud por el clima'. Su discurso en las Naciones Unidas en el que abogaba por un futuro mejor para quienes nos sucederán dio la vuelta al mundo -fue trending topic para que nos entiendan los más jóvenes- y removió conciencias y algunos papeles en nobles despachos. Alguien puede pensar que Greta Thunberg tuvo suerte de llegar hasta allí o simplemente que gracias a las redes sociales su actitud ante el mundo que vivimos se hizo viral. Sea como sea, Greta no está sola. Lo hemos podido comprobar esta semana en un rincón del Sur del Sur de Europa, muy lejos de Suecia al menos en el mapa como es Jerez.

Dos jóvenes jerezanas de 16 años, Julia Molina y Ana Fink, han promovido una recogida de basura en el parque González Hontoria bajo la convocatoria @greenteamjerez. Les siguieron unos 17 jóvenes de su edad. No son todos los jóvenes de Jerez pero el paso que han dado demuestra que no todos son unos vagos, insolidarios e insensibles como a veces una parte de la sociedad los cataloga.

Eso es así a pesar de que los mensajes que les van llegando desde que empezaron a comprender son desalentadores. Ven cómo sus hermanos y los amigos mayores de sus hermanos se marchan fuera para buscar un empleo a pesar de su alta formación o sienten cómo muchos de sus amigos han caído en las garras del abandono de los estudios, del desánimo o de hábitos y conductas reprobables.

Pero ahí están, ahí siguen, defendiendo valores en el peor de los escenarios y a pesar de las críticas facilonas e injustas de quienes opinan que su postura es absurda y que su vida cómoda no les faculta para alzar la voz. Tal vez haya que recordar a quienes les reprochan algo tan noble como limpiar sus calles que ellos, ellas, son el fruto de su educación precisamente en unos tiempos en los que la falta de valores llevó a este país a los peores niveles de ética pública. O tal vez tengamos que llegar al extremo de recordar que frente a esos jóvenes que se reúnen para limpiar parques en sus días de vacaciones o participan en muchas otras actividades de voluntariado existen otros que contaminan, se contaminan y agreden a otros, como por desgracia vemos diariamente en cualquier espacio público o privado.

Tampoco cabe culparles de estar manejados políticamente, por mucho que con su campaña de recogida de basuras hayan puesto la cara colorada a quienes tienen la responsabilidad de gestionar una ciudad. Eso es tener cortedad de miras porque quienes así piensan son aquellos que dejan entrever que con su conducta los están dejando en evidencia. Lo que habría que hacer, más que desconfiar de ellos, es inculcarles la confianza en los responsables públicos.

Así que gracias Julia, Ana y su batallón 'Greenteamjerez' porque seguro que vuestra semilla no cae en terreno baldío y se sumará a las de otros jóvenes jerezanos que en tiempos muy complicados luchan por alejarse del camino fácil de la complacencia. Ellos, vosotras, sois la esperanza de Jerez.