Seguro que lo saben o han oído hablar de ello, pero yo, en cualquier caso, se lo subrayo: en Jerez contamos con un impresionante conjunto de guitarristas flamencos. En cantidad y en calidad. Iba a decir que se trata de una generación brillantísima, pero no: entre nuestros artistas de la sonanta, se pueden encontrar varias generaciones sucesivas. Además, estilísticamente, no se trata de un bloque monolítico. Podemos encontrar diferentes tendencias y existe mucha creatividad. Los hay que proceden de estirpes gitanas, como los Morao o los Parrilla, y un grupo notable que proviene del magisterio de José Luis Balao, Manuel Lozano 'Carbonero' o Pepe Moreno, entre otros. Maestro fue también, y de uno de los jóvenes más representativos del toque Jerez actualmente, Fernandito Terremoto. Como comprenderán no voy a citar nombres, por aquello de los olvidos y porque me quedaría sin espacio, pero permítanme que, por la especial peculiaridad del caso, les recomiende el concierto de presentación del último disco de uno de ellos, Juan Diego Mateos, que va a tener lugar mañana en los Claustros de Santo Domingo. Es su tercera grabación y se titula Bedallama, un nombre que puede sonar misterioso pero que es tan solo un guiño infantil. La peculiaridad de la que hablaba reside en el carácter de esta obra, que es la de un guitarrista flamenco interpretando las composiciones, no específicamente flamencas, de otro músico, Antonio Soteldo. Y eso es una cosa de lo más destacable: que un tocaor probadamente flamenco como es él sea capaz de dar vida a esa música y de la forma que lo hace. Se trata de temas de ejecución compleja, aunque su resultado parezca sencillo, llena de suaves melodías que apaciguan el alma e invitan a una escucha atenta, so pena de perdernos la auténtica dimensión de su belleza o de su profundidad. Regálense, pues, mañana esa música. No se arrepentirán.

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