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Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Haka socialista

EL equipo nacional de rugby de Nueva Zelanda, uno de los mejores del mundo, interpreta antes de los partidos una danza, llamada Haka, expresión de la pasión, el vigor y la identidad de la raza maorí. Se trata de una danza guerrera que se realiza gritando de manera amenazadora, acompañada con movimientos de brazos y pies, para amedrentar a los adversarios. El PSOE este fin de semana ha escenificado su particular Haka en Sevilla. No hay nada nuevo bajo el sol: el PP hizo lo propio hace tres semanas en la misma ciudad. Entre otras cosas, los gritos del Haka maorí dicen "¡muero! ¡vivo!, este es el hombre valiente que trajo el sol y lo hizo brillar de nuevo".

La puesta en escena de los jugadores neozelandeses es espectacular. Pero estas prácticas son frecuentes en los deportes colectivos. Incluso en alguno individual: sin ir más lejos, Nadal se jalea a sí mismo durante los partidos y también lo hacía Arantxa Sánchez Vicario. Los baloncestistas acostumbran a juntar las manos y gritar alguna consigna al unísono y algunos entrenadores de fútbol dan un golpe en el pecho a sus pupilos cuando saltan al campo. La motivación colectiva está muy inventada y en vísperas electorales se traslada a la política.

En el caso que nos ocupa, toda esta terapia colectiva tiene una alegoría fácil. El hombre valiente (peludo en la jerga maorí) dispuesto a hacer brillar el sol de nuevo tendría que ser Zapatero, pero todos los días hay algún dirigente de su partido que le anima a que clarifique su futuro, mayormente diciendo que no se presentará a la reelección. En Sevilla, ha sido el alcalde de San Sebastián Odón Elorza quien lo ha deslizado en unas declaraciones radiofónicas. Zapatero, por cierto, ha dado un buen titular en su discurso: para ganar hay que merecerlo. Titular bueno, pero peligroso. Si se aplicase a rajatabla en la España actual, nos quedaríamos con el Gobierno vacante como en Bélgica, porque ni Zapatero ni Rajoy dan la talla.

Pero más allá de los discursos de las figuras, en la convención socialista llama la atención la retroalimentación de los candidatos. Algunos se pasan de frenada. Juan Espadas afirmó que Sevilla es total y absolutamente socialista. Se entiende que no hay ni un conservador, ni un liberal, ni un democristiano, ni un nacionalista, ni un comunista, ni un ecologista. La onubense Petronila Guerrero sostuvo que el PSOE "va lanzado" hacia la victoria el 22 de mayo. Carmen Peñalver admitió que algún día dejará la alcaldía de Jaén, pero no en estas elecciones. La malagueña María Gámez se valió de una cita de la alcaldesa de Valencia, que calificó a De la Torre como el mejor alcalde del siglo, para hacer una ironía: "No especificó de qué siglo".

Ya ven que no hace falta ser neozelandés, ni jugador de rugby para automotivarse. Los All Blacks no son tan originales. Después de todo, está todo inventado.

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