Jerez íntimo

Marco Antonio Velo

marcoantoniovelo@gmail.com

Jerez: Helena Rivero, Javier Jiménez y Carlos Romero

Javier Jiménez, investigador, y Carlos Romero, de El Corte Inglés.

Javier Jiménez, investigador, y Carlos Romero, de El Corte Inglés.

Escribo estos párrafos cuando la fonética de la madrugada enseñorea toda suerte de silencios en derredor. Apenas se escucha una mosca. Los duendes de la noche -tan pugnaces- hacen mutis por el foro. La ciudad descansa a las afueras. Sobre la tabla rasa del escritorio se adormecen libros entreabiertos, como tijeras de papel y metonimia. Las páginas de alguna antología poética adquieren textura de algodón sin azúcar. El cansancio me vence, como así prevalece la nobleza sobre la instigación. El sueño amenaza en claves de duermevela, como un templario de lanza despuntada. Aún así tecleo al hilo del pensamiento. Como un ejercicio gimnástico de dedos que se entrecruzan sin interferencias fantasmales. La vuelta a las andadas, tras las vacaciones navideñas, no ha encontrado remoquete pero sí mucha intensidad profesional. Esta pasada semana ha sido de aúpa en cuanto a reuniones, puestas en común, consolidación del target de público y cultivo del siempre creativo -e incluso recreativo- brainstorming.

La pantalla del iPad dialoga en sordina con el arriba firmante. Se establece una descodificación de la realidad -o sea una aproximación al análisis descriptivo- a través del versátil tono periodístico. La escritura posee patente de corso para traspasar estados del pensamiento. Muy especialmente en este contexto nocturno “retirado en la paz de estos desiertos”, como así reza el primer verso de uno de los sonetos de Francisco de Quevedo. La entrevista publicada en este medio de comunicación con la reconocida empresaria y bodeguera Helena Rivero -un espíritu sereno dado a la cultura humanista- ha creado cierta expectación Jerez intramuros. Helena es digna heredera del metódico carácter emprendedor del autor de sus días, su padre -que en paz descanse-: considerado -coram populo- como el señor del ladrillo. Que Helena Rivero apueste por Jerez -y por los territoriales círculos concéntricos que al cabo alcanzarán la provincia- para su proyecto inmobilario… es iniciativa digna de agradecimiento. A paso quedo y buena letra. La inminencia y sus perímetros. Lo consustancial a la profesionalidad.

Otro nombre propio ha copado la crónica semanal oficiosa de la ciudad. El académico e investigador Javier Jiménez López de Eguileta nos ha dado un susto de órdago que enseguida quedó en nada o casi cada. Ese zarandeo de la salud que a menudo también recae sobre jóvenes hombros -como la pluma que, en descenso, zigzaguea hacia las proximidades del asfalto-. Ya pasó todo en un santiamén. In ictu oculi. En el pestañeo de un paso adelante. En una décima de segundo sin dilación. En el ardid de la naturaleza sabia. Javi: cristiano que eleva oraciones al Santo Crucifijo cuya trascendencia cuelga de un santo madero en la Iglesia de San Miguel e intelectual que mismamente domina todo lo concerniente a la parroquia de San Mateo que a los notarios y la producción documental en Sanlúcar de Barrameda durante la Baja Edad Media. ¡Cuídate, compañero!

Debo confesar a pies juntillas que me ha parecido ejemplarizante -en inéditos y plurales aspectos- el vídeo del adiós, de la despedida de Carlos Romero, de El Corte Inglés de Jerez, tras sus cincuenta años de fidelidad a la plantilla de esta gran empresa . ¿Verdad que sí, Isabel Mora? Llegó la jubilación. Carlos sólo ha pronunciado bondades sobre la empresa en la que comenzó a trabajar con 15 años de edad. Y el largo y emocionante a la vez pasillo de aplausos que le dedicaron todos sus compañeros. “Quiero transmitir -ha recalcado- lo orgulloso que me siento de cumplir 50 años dentro del equipo El Corte Inglés. Hace 50 años que pertenezco a esta maravillosa empresa, El Corte Inglés, en la que he tenido el placer de trabajar bajo el mando de grandes presidentes, don Ramón Areces, don Isidoro Álvarez, que tanto hicieron por mantener el buque insignia a flote, y ahora de doña Marta Álvarez que, a pesar de la situación global, sigue remando hacia delante para que podamos seguir a flote”. Sí, señor. Enhorabuena a Carlos y enhorabuena asimismo a la empresa. La meritocracia, el esfuerzo personal y la lealtad institucional derivan en casos tan modélicos como el que nos ocupa. ¡Que cunda el ejemplo!

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