Obituario
Gracias Andrés
Tribuna libre
A mediados del pasado mes de Enero, un par de semanas antes de que se detectara en Lanzarote el primer caso de Coronavirus (COVID) de España, los médicos y microbiólogos de la Unidad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología del Hospital Universitario de Jerez empezamos a estudiar esta preocupante infección. Gracias a la rápida difusión de la información procedente de China pudimos hacernos una idea de lo grave de la amenaza y alertar sobre ello a compañeros de otras unidades del hospital y, por supuesto, al equipo directivo del mismo. En las siguientes semanas, sobre el papel, diseñamos planes locales para los circuitos, ingresos, diagnóstico y tratamiento de los posibles pacientes que pudieran llegarnos.
Así, cuando la amenaza se convirtió en realidad con la hospitalización el pasado 4 de Marzo de nuestro primer paciente con COVID, estábamos preparados. Desde entonces, han ingresado en nuestro hospital más de 100 casos y la experiencia nos ha hecho mejorar los protocolos iniciales de diagnóstico y de tratamiento, así como de otros de los muchos aspectos de esta compleja enfermedad.
En la actualidad, podemos afirmar que, gracias al esfuerzo de absolutamente todos los componentes del hospital, desde la contrata de limpieza hasta la Dirección, pasando por la UCI, Urgencias, Medicina Interna, Neumología, Radiología, MIRs y tantos otros, estamos en disposición de ofrecer a nuestros pacientes la mejor asistencia posible, con un nivel de calidad, innovación y actualización similares a los de los más prestigiosos centros del país.
En los 40 años que llevo trabajando en hospitales públicos he visto numerosas muestras de entusiasmo, entrega y colaboración por parte del personal sanitario para ofrecer una buena y humanizada asistencia a los enfermos. Pero las grandes crisis sacan a la superficie lo mejor del ser humano y la respuesta conjunta de los profesionales del Hospital de Jerez (y de todo su Área Sanitaria) frente a la pandemia de COVID está fuera de cualquier comparación y me provoca una gran admiración y un legítimo sentimiento de orgullo por formar parte de tan excelente equipo de personas.
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