Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Indultos, insultos y rehabilitaciones

La decisión del Tribunal Supremo de no avalar el indulto del Gobierno de Pedro Sánchez a la cúpula de los presos del 'procés' en Cataluña tiene una derivada jerezana: Pedro Pacheco. El ex alcalde ha fiado todo su futuro político, lejos de los años de inhabilitación que acumula por sus condenas en los tribunales, a que los golpistas catales -sí, golpistas- fueran exonerados de sus condenas. Porque Pacheco, a sus 72 años, seguía y sigue teniendo esperanzas de poder volver a recuperar su condición de político elegible, probablemente sin las mismas altas cotas de antaño, pero elegible al fin y al cabo. Y, por supuesto, no es comparable enchufar a un par de compañeros de partido en el Ayuntamiento o saltarse un procedimiento urbanístico, a decir de los jueces, con tratar de reventar al margen de las leyes la convivencia de todo un país. Ni de lejos se pueden comparar los errores de Pacheco en Jerez, que los tuvo a la par que sus aciertos, con el intento de los separatistas catalanes por romper un Estado incitando a las masas a tomar las calles de una forma no precisamente pacífica. Quien a estas alturas no lo quiera entender tiene un problema de comprensión mental. A partir de ahí, existe una cuestión común a cualquier indulto como es la del arrepentimiento. Sin él, no hay perdón que valga. Por eso la cuestión es tan difícil para el 'indepe' que ha declarado que volvería a hacerlo hasta conseguir que Cataluña sea un país soberano como para el propio Pacheco, al que la Fiscalía le cogió la matrícula desde el primer momento.

Con todo, debería ser mucho más fácil que el ex alcalde fuese eximido de ese lastre de por vida (38 años son muchos incluso aunque se descubriese el bálsamo de la inmortalidad) a que los indeseables que dinamitaron la convivencia en Cataluña campeen a sus anchas por nuestras calles como si nada hubiese pasado para alivio del Gobierno de Pedro Sánchez, que se aseguraría así unos escaños que no es capaz de conseguir por sus propios méritos, enfangado como está en numerosos asuntos económicos-sanitarios-territoriales- sociales como está.

A Pedro Pacheco le van a entregar dentro de poco uno de los Premios del Motor Ciudad de Jerez por su empeño en conseguir y promover que la ciudad tuviese un circuito que hoy está entre los mejores del mundo. Estamos ante la primera rehabilitación del nombre de un alcalde que hizo historia y que es recordado entre las personalidades de la ciudad. Ese acto, el de la entrega de ese premio, será sin duda un antes y un después. Quien a estas alturas, en condiciones normales, ya tendría una avenida, un estadio o al menos una glorieta en Jerez, va a recibir un premio del Ayuntamiento del que fue regidor 24 años. Que pueda volver a presentarse a unas elecciones para ser representante de sus ciudadanos de nuevo parece más difícil. Esperemos que las decisiones del Gobierno de España, sean las que sean con los separatistas, en nada influyan, ni a favor ni en contra, para que la Justicia respete el principio de proporcionalidad.

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