Una vez más, el Ayuntamiento de Jerez se lanza a por un proyecto que acabará con el lema Jerez capital. Esta vez toca ser Jerez capital de la Cultura. Eso sí, si acaso, en 2031 y peleando contra Granada, que tiene el apoyo de la Junta. Una década por delante para vendernos que Jerez pelea por cosas importantes y por ser capital de algo. Y otra vez la palabra capital. La misma que utilizó el PP local en su campaña para las últimas elecciones municipales. La que nos gusta decir para sentirnos una ciudad importante aunque la realidad diste mucho de ello.

Soy el primero que ha entonado esta frase 'marketiniana' de Jerez capital. La he repetido hasta la saciedad y me he sentido orgulloso de que mi ciudad ostentara este tipo de reconocimientos. Pero ¿para qué sirve ser capital de nada?

No se trata de que haya más problemas en la ciudad que resolver antes, aunque es cierto. Es posible trabajar en proyectos paralelos, pero ¿lo de ser capital para qué? Y, a todo esto, ¿qué cultura? ¿La de cuando quebró la Fundación Teatro Villamarta? ¿Cómo va Fundarte?

Nos gusta ser capital para pensar que no nos tienen olvidados, que se nos conoce más allá de nuestras fronteras. Es mentira. El mundo es más ancho que nuestras caderas aunque nos pese. Deberíamos pelear por tener un hospital a la altura del de Cádiz, antes de pensar en Jerez capital de lo que le plazca a cualquiera. Podríamos luchar por tener las mismas estaciones de Renfe que tiene Cádiz (4) a pesar de ser mucho más pequeño que Jerez. O por no perder subvenciones de la Unión Europea.

Se nos va la fuerza gritando Jerez capital sin darnos cuenta de que, en realidad, se trata de ser independientes y el resto es marketing del malo. Pero vaya, que Jerez capital…