CUANDO todo el mundo daba por hecho la desaparición del Xerez e incluso se ha creado un nuevo equipo que aglutine la devoción a los colores, el dueño decide venderlo a los mismos a los que ya se lo había vendido, pero que luego se arrepintió y ahí estaban… de pleitos. ¡La leche! ¿Todo lo que ha pasado este año el equipo para al final vendérselo a los mismos? Joé, el que lo entienda que lo explique. Mi amigo desde luego no alcanza a entender porqué no les pasó el equipo cuando se lo vendió hace meses y mucho menos como aquellos que lo compraron en segunda, siguen interesados ahora que está en segunda B. Mucho menos entiende que nadie pueda poner dinero para hacerse cargo de una institución que lo más valioso que tiene es que debe nada menos que 30 millones de euros ¿o es que eso no hay que pagarlos? Por mucho menos se ha embargado a gente humilde y cada día se desahucian familias ¿o es que en el fútbol se tiene una indulgencia especial para poder deber y no pagar? Alguien debería explicarnos a los que no entendemos de esto ¿qué intereses mueven a alguien para pelear por coger un club en esas condiciones? Ah, y con esa trampa. Lo que no puede ser es que el estado intervenga a los Ayuntamientos con deudas que pidan ayuda - por cierto ¿quién mandará ahí ahora, la Alcaldesa o el Interventor? -, y en cambio en el fútbol se permita todo. Ya va siendo hora de que lo mismo que se va poniendo límite a que los políticos puedan gastar aunque no tengan, también se controle que los empresarios que se meten en el fútbol apechuguen con lo que hacen y con los pufos que dejan, como cualquier otro empresario ¿o es que ellos son especiales? ¿Por qué todos pagamos a la seguridad social y hacienda y ellos no? ¿Por qué se les ha permitido llegar a tener esa deuda? Probablemente es que estaban liados con el DNI nº 14 y no tenían tiempo de mirar esas cosillas. En fin, esperemos a ver en qué queda todo esto y ojalá que pronto, con el CD o el FC tras el nombre, los xerecistas puedan seguir cantando sus éxitos. Por el bien del fútbol y sin duda… ¡por el de Jerez!