Un cuarto de siglo después de la llegada de Aznar al poder, hay una nueva confrontación entre el gobierno andaluz y el nacional. El argumento es el mismo, bandera blanca y verde frente a designios centralistas. Los papeles cambian: La Moncloa tiene pabellón socialista y San Telmo estandarte del PP. Hemos pasado de Chaves contra Aznar a Moreno contra Sánchez, pero es la misma serie, distinta temporada, idéntico guion. A Chaves le resultó rentable. A partir de 1994, cuando derrotó a los guerristas y controló el PSOE andaluz desde la Presidencia de la Junta, empezó a construir lo que después se definió como régimen socialista. En los 12 años anteriores hubo demasiados vaivenes. Escuredo primero y Borbolla después, en pugna con la dirección federal socialista. Más tarde la bicefalia entre el presidente Chaves y el secretario del PSOE-A Carlos Sanjuán.

Además de Chaves, Griñán y Díaz también llegaron a jefes del partido desde la Presidencia. El partido se adueñó de la Junta y desde la institución se mandó en la organización política. Los desembarcos incluyeron a Canal Sur; Chaves puso a su portavoz como director general de la RTVA. El anuncio de los gobernantes del cambio de la llegada de un paracaidista desde Madrid para dirigir los informativos evoca aquella época. El elegido es un protegido de Soraya Saénz de Santamaría. El sorayismo se abriga en la nueva Junta: la acción exterior, la secretaría general de Presidencia, la información de Canal Sur...

Se cumplen las características del régimen anterior: predominio de una facción del partido, alojamiento en la institución y trinchera contra Madrid. No faltan argumentos, el IVA que el Gobierno no paga, las concesiones a Cataluña, la financiación europea. Pero la sobreactuación resulta impúdica. El número dos de la Junta, Elías Bendodo, explicó en noviembre la filosofía en OK Diario: la llegada del PP a San Telmo como la entrada de los marines americanos en los palacios de Sadam Hussein. En diciembre le dijo a la SER que su gobierno emplea un 20% de su tiempo en investigar el pasado, y hace unos días le indicó a Jiménez Losantos que dedican mucho tiempo a denunciar y más que le van a dedicar.

En esRadio sostuvo que Canal Sur tiene que "mejorar, cambiar y diversificarse" y cuando los tertulianos jalearon al nuevo director de Informativos, de la TVE de Rajoy, él asintió. Antes y ahora, para hacer información en una televisión pública la disciplina partidista es un lastre. Por el contrario, hay que tener fuentes, y conocer personas, instituciones, historia, geografía... El paracaidismo es una disciplina ajena al oficio.

Marines, paracaidistas, persecución del adversario, herencia recibida, control de la TV… La alternancia era deseable para cambiar la manera de gobernar, no de beneficiario. Cuando el objetivo primero no es el interés general sino consolidarse en el poder, lo que parece es que se quiere instalar otro régimen.

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