las cosas que pasan

David Fernández

Llorar no da votos

E L gobierno local que lidera María José García-Pelayo, como en una partida de ajedrez, ha cogido el toro por los cuernos en el momento oportuno. Cuando parecía no tener prisas por coger las tijeras, reorganizar la plantilla y ajustar la nómina municipal, el PP ha puesto las cartas boca arriba. García-Pelayo anunció este viernes que nadie cobrará en el futuro próximo más de 68.000 euros y que el sueldo mínimo será de 25.000 euros. Lo dijo tras reconocer parafraseando a Esperanza Aguirre que "no hay un puto euro". Y dio el paso aprovechando que los grupos de la oposición en bloque y la propia Asociación de Técnicos Municipales pedían celeridad en la elaboración de la Relación de Puestos de Trabajo. Justo cuando sindicatos como CGT, CCOO y UGT clamaban por la rebaja de los sueldos desorbitados, que son muchos. Pues dicho y hecho. Los populares han pillado a todos con el paso cambiado al ofrecer lo que todo el mundo pedía, aunque con la boca pequeña, en realidad. Pedro Pacheco, al frente del Foro, incluso criticó el jueves que se hable de los sueldos de la plantilla "cuando ellos (los delegados del gobierno) cobran lo que cobran, después del 15-M". Lo dice quien permitió al frente de la GMU que su departamento se inflara un 104% en 2003-2007, y quien más generosamente ha pagado a la plantilla durante lustros. Claro que él no gobernó los últimos cuatro años y por eso trata de hacer ver que está libre de cargas. Lo curioso es que a la vez que exigió al PP que sanee el Ayuntamiento, no dijo cómo. El PSOE admitió que intentó sin éxito organizar la plantilla y ajustar los sueldos, lo que habla por sí solo de su fracaso en la gestión. Únicamente IU propuso sin tapujos que se equiparen los sueldos con los de la Junta, respetando los que nacen de la negociación colectiva y rebajando los que son fruto del clientelismo político, fuera de cualquier convenio y con productividades arbitrarias. Esto, ni Pacheco, que lo inventó, ni Pilar Sánchez, que también lo practicó, lo han dicho. Falta saber ahora cómo aplicará sus medidas el PP. La alcaldesa ha deslizado que tratará de consensuar el recorte aunque ya deja entrever que será en las productividades donde haya más ahorro, a priori, hasta un mínimo de 5 millones "como mínimo" para el 2012 en total, con la dificultad añadida de que tiene que ilusionar a la plantilla si quiere que el Ayuntamiento deje de ser un lastre. De su liderazgo, talento y mano izquierda dependerá el resultado de la negociación. El PP sabe que llorar no da votos, es decir, no podía por más tiempo lamentar la carga del capítulo de personal sin aportar soluciones. Ahora resta saber si los que le reclamaban que pusiera orden están dispuestos a aparcar de la contienda política este debate para buscar lo más razonable y justo para todos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios