A algunos perdedores les toca la pedrea e incluso el premio gordo, como a Moreno en 2018. Unos 100.000 votos de indignados votantes de la izquierda en 2015 emigraron al otro extremo del arco político, y multiplicaron el éxito de Vox. Ese flujo subterráneo propició el cambio en Andalucía, del que tanto ha presumido el PP con el peor resultado de su historia. Pero esa no es la cuenta que han repetido Susana Díaz, Juan Espadas, Teresa Rodríguez e Inmaculada Nieto estos tres años y medio. La izquierda perdió 700.000 votos el 2 de diciembre de 2018 y la abstención sólo subió en 400.000. Además, el PP perdió otros 300.000 votantes. Así que es imposible que los 400.000 votantes que abandonaron a Díaz se quedaran en casa y los 300.000 de Rodríguez también. No hay tanta casa para el tamaño de los rebeldes.

Los perdedores de hoy tendrán peor suerte que Moreno. Ninguno tiene posibilidad del premio gordo de San Telmo. Pero a alguno le puede tocar la pedrea de una coalición con grandes hechuras y eco internacional. Es el caso de Vox. La extrema derecha ha hecho una penosa campaña con una candidata sorprendentemente inepta. Hasta con su nombre real, Macarena, ha cumplido con todos los tópicos románticos. Ha venido a Andalucía a disfrazarse de la morena de la copla, de la Carmen de Mérimée, de la gitana de Julio Romero de Torres. Enric Juliana ha recordado al fraguista Kirkpatrick, candidato cunero de AP, que llegó a Granada en 1982 con sombrero de ala ancha, botos y un puro en la boca. Y cuando le preguntó por semejante indumentaria un dirigente local de los populares le explicó que lo hacía "para pasar desapercibido". El contraproducente efecto Olona puede haberle dado hoy a Moreno el margen que necesitaba para evitar a una vicepresidenta hostil.

A Ciudadanos puede tocarle el reintegro si sobrevive al tsunami popular, por poco que saque. Cada escaño puede llegar a valerle una consejería, si con eso ahuyenta Juanma al partido de su viejo camarada de las juventudes populares. Para el PSOE esta jornada es de alto riesgo. Por debajo de 30 diputados, Espadas vería quebrado su crédito. Y sólo saldrá reforzado por encima de los 33 escaños de Susana Díaz. En las zonas rurales del interior el olfato de los ojeadores apunta que su marca resiste. La clave estará en las zonas urbanas y costeras. Una de las grandes incógnitas de este escrutinio es el resultado de la franja a la izquierda del PSOE, con nueve marcas mal avenidas, agrupadas en dos candidaturas rivales. Lo del Frente Popular de Judea y el Frente Judaico Popular de Monty Python se queda en una broma de cine. Si sacan 10 diputados en total habrán perdido la mitad de su representación en siete años.

Hasta ahora hemos trabajado con hipótesis. La gente decide hoy y suele acertar. El presidente Delors decía que en el deporte como en la política lo más emocionante es la incertidumbre sobre el resultado. La noche nos sacará de dudas.

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