El cuadrilátero de esteban

Malos modos de la dictadura cubana

EL incidente de la expulsión del eurodiputado socialista sevillano Luis Yáñez de Cuba, completamente injustificado, revela la cerrazón de la dictadura cubana y supone la frustración definitiva de los que esperaban una apertura del régimen tras el relevo forzoso de Fidel Castro por su hermano Raúl, paradigma de un régimen insólitamente hereditario de partido único. Yáñez, al que ya se impidió viajar a Cuba en 2008, visitaba la isla en esta ocasión, acompañado de su esposa, en calidad de turista, sin el objetivo de entrevistarse con líderes de la oposición que sí tenía en el citado viaje anterior. De este modo queda clara la existencia de una lista negra de dirigentes internacionales cuya presencia en Cuba es vetada por las autoridades castristas, que no desean testigos molestos de la catadura de su sistema totalitario ni de las condiciones de miseria y falta de libertad en que mantienen a sus súbditos después de medio siglo de dictadura. El embajador cubano en España, llamado a consultas por el Ministerio de Asuntos Exteriores, no ha podido dar otra explicación que la socorrida "aplicación de las leyes internas cubanas", las mismas que sojuzgan a la propia población e impiden la libre circulación de personas en el país. Una y otra vez el régimen de los Castro se encierra sobre sí mismo y desalienta en la práctica todos los intentos realizados por algunas naciones amigas, y descatadamente la española, por propiciar una apertura que haga posible la democratización de la isla. La política del Gobierno español, en efecto, se ha basado en el aliento a las iniciativas aperturistas y la búsqueda de puntos de encuentro entre los sectores moderados de la dictadura y los moderados de la oposición. El objetivo último es hacer posible una transición pacífica de la dictadura a un sistema de libertades que termine con un periodo de excepcionalidad autoritaria que pasa ya de los cincuenta años. Gestos como el de la no admisión de un político socialdemócrata reflejan que cada día es más difícil encontrar una solución a la crisis de Cuba, cuyo problema no está en el embargo de Estados Unidos, sino en el totalitarismo sin matices de sus viejos dirigentes aferrados al poder.

La corrupción en España

Cada día nos desayunamos con noticias alarmantes de corrupción. Cada acto de los políticos corruptos afecta directamente a los recursos públicos, pues no se roba algo sino que se roba a alguien. Creo que ahora estamos tocando fondo y es necesario y urgente un cambio radical, y a la vez crear una opinión pública contraria a la corrupción y al saqueo de las arcas públicas. ¿Cuál es el origen de la corrupción? Creo que el inmenso poder que la actual democracia ha concedido a los partidos políticos, en su omnipotencia y omnipresencia en todas las esferas de los poderes públicos. El Jacobinismo fue una corriente política de la Revolución Francesa que concentró todo el poder en el Parlamento, sin ningún otro representante de la voluntad popular, fue una forma de dictadura parlamentaria. Hoy en día en España, desgraciadamente, los partidos políticos se han convertido en los grandes jacobinos. Controlan toda la política del país entorpeciendo cualquier participación, la política es el partido político. Pero el problema no es sólo este monopolio político de los partidos sino el modo de hacer la política de cada día. El partido político se ha convertido en la instancia única de ejercicio del poder; actúa a través de sus disciplinados y sumisos militantes intentando dominar todo el ámbito de actuación pública. La militancia no puede ejercer la crítica interna y se doblega ante sus líderes cesaristas haciendo palpable lo detestable que es el servilismo en política. La Constitución define a los partidos políticos como instrumentos de participación política. Un medio para mejorar las condiciones de vida del ciudadano, abriendo vías y cauces que permitan el ejercicio de la acción ciudadana, pero en ningún modo debe ser un fin en sí mismo. Incumpliendo el precepto constitucional, el partido ambiciona controlar todas las instancias de la sociedad y de las instituciones, se han convertido en oligarquías, sólo unos cuantos toman todas las decisiones, donde la democracia interna resulta inexistente, la designación de los responsables se hace a dedo, las elecciones en las asambleas y congresos rechazan el sistema de proporcionalidad en el voto, se criminalizan las corrientes de opinión, la pluralidad y la diversidad. Para conseguir sus espurios objetivos los partidos pretenden colonizar a los medios, al mundo de la empresa y la economía, al colectivo funcionarial y a otros muchos colectivos con subvenciones y prebendas. Su poder se expresa en el control de las instituciones con el sistema de cupo como mecanismo de reparto de los cargos relevantes de las administraciones públicas y de la administración de justicia. Toda corrupción política es una corrupción de la política y una degradación de la democracia y de la práctica parlamentaria que deslegitima las instituciones. La única esperanza reside en la respuesta ciudadana y el camino esvolver a los origenes, destruir estas viciadas estructuras y sobre sus cenizas reconstruir la ilusión, rehacer la democracia. Y esto ocurrirá tarde o temprano. Andrés Ortega (Sevilla).

Carta a los Reyes Magos

¡Queridos Reyes Magos!: Un año más os acercáis al Niño Jesús y a todo el género humano representado en Él para repartir todo tipo de regalos, ilusiones y parabienes. Este año os encontraréis con un Jerez un poco más agobiado y desilusionado. Hay gente que no tiene lo más mínimo para vivir. Por todos ellos os escribo esta carta, que no me gustaría que cayese en saco roto. En primer lugar quiero pedir salud, pues sin ella no podemos andar por la vida. Salud principalmente para los jerezanos y todos los seres humanos.

Después trabajo para mí y para todos los que no lo tienen porque para vivir hace falta trabajar, producir y ganarse la vida. Quisiera hacer también una llamada de atención a nuestros políticos, especialmente los municipales. Para la clase política, carbón, como nos decían de pequeños. Y carbón porque no han hecho ni los deberes. Aunque estamos en un complicado periodo de crisis económica, quisiera pedirles para doña Pilar, nuestra alcaldesa, un poco de austeridad. ¡Que no proclame sólo humo a diestro y siniestro!, sino que lleve este concepto a sus últimas consecuencias. Espero que ustedes inspiren a nuestros munícipes que no todo en esta ciudad es mirarse sus propios ombligos, sino trabajar para aminorar la grave lacra del paro y reducir los problemas que padece la ciudad. Cuando adoréis a Dios, inspirad a los que gobiernan solidaridad, paz, alegría y esperanza en un futuro mejor para los que están sufriendo tanto. Si lo cumplís, habremos conseguido algo. ¡Gracias y hasta el próximo año!

José Ignacio Mateos Benítez (Jerez)

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