¡EA, ya está aquí la feria! Ahora sólo queda que todo el mundo pueda disfrutar de ella. El ministro de Economía dice que de crisis nada, que lo que hay es ralentización de la economía. Confiemos que sea así y no nos encontremos después de la feria como si nos hubieran dado de frente en los tropezones. Mi amigo sostiene que estos días comprobaremos si además de los pollos también han subido los huevos. El precio de las tortillas el año pasado ya era de película (alguno lo justificaba en lo caro que es congelarlas, je, je), así que esperemos que este año la película no sea de las que dan miedo. Será la feria de Jerez un magnífico comprobante de si hay crisis o no. Los caseteros harán el mejor estudio prospectivo que se puede hacer y una vez acabada sabremos la realidad. Entre tanto toca disfrutar. Ojalá que con el buen rollo que se suele crear en la feria se dejen aparcados los enfrentamientos y las discusiones. Ojalá una vez acabada y tras la tregua, nuestros representantes en el Ayuntamiento se hayan dado cuenta de que nos representan a todos y no pueden ponerse a discutir como si estuvieran en una pelea de bar. Los argumentos deben ser políticos y si es necesario legales, y si es necesario pues se acude al juzgado en defensa de los derechos que nos asisten. Pero sin perder de vista que cuando hablamos lo hacemos en nombre de muchas personas que nos votaron y que lo hacemos para dirigirnos a quienes representan a muchos otros. Ya sea desde el gobierno, ya desde la oposición. Ah, y que se tenga claro que si hay que acudir a los juzgados no pasa nada. Mi amigo cree firmemente que judicializar la vida política nunca puede ser responsabilidad de quien acude pidiendo ayuda, sino de quien con su actitud obliga a ello para mantener los derechos. Así, que o se actúa o se cambia de estrategia, pero siempre recordando que nunca se puede ni debe entrar en cuestiones personales, que la política en Jerez no puede pasar de la esfera municipal como ya se ha intentado en ocasiones en el pasado y que desde luego todos nuestros representantes… ¡merecen respeto!