Mayo Clinic, Dr. Mikel Prieto, M. D. Rochester, Minnesota, EEUU ¿Y dirán ustedes, señores, qué tiene en común Mayo Clinic con la Feria del Caballo? Pues les voy a explicar. Ayer conocí a este excelente cirujano que acudía a nuestra Feria –conoce bien Jerez– atraído por el caballo; el caballo de Jerez es nuestro mejor embajador; él y su esposa Ainhoa –pianista– son unos enamorados de nuestros caballos andaluces que han llevado hasta el otro lado del Atlántico. Humildemente, vinieron a conocerme atraídos por la fama de mis hispanoárabes. Me conocían de mis programas en TV, etc.

El domingo, por encargo del Ayuntamiento, grabé un programa para una TV alemana –Euromax- entrevistado por la periodista Elke Schwab del Canal Internacional Alemán Deutsche Welle. Venían a Jerez atraídos por nuestro embajador: el Caballo Cartujano, el andaluz, el jerezano. Puse en ello todo mi saber de nuestra historia ecuestre que alcanza hasta la visita de los Reyes Católicos, obligados a jurar respeto a los privilegios jerezanos en la Puerta de Santiago. La reina Isabel a raíz de aquella visita pidió que se le enviase un corcel rucio como el de Villavicencio.

Pero después de conocer al Dr. M. Prieto, comencé a reflexionar en los célebres galenos difusores de las bondades del Jerez; autóctonos como Fermín Aranda, extranjeros como Alexander Fleming, José Luis Badanelli –declaraba al Sherry protector hepático-, Luis Romero Palomo, Luis Soler, Jaime Bachiller y actualmente José María Ibáñez. Todos recetaban un par de copas al día.

Hoy ha llegado el ganado a Equisur, mañana se comienza a juzgar. Cuánto disfruto viendo llegar potros jóvenes, asustados, sus relinchos, primera salida del cortijo, limpios, brillantes, con sus ojos desorbitados y las orejas en hiniestas. Todo es nuevo. Y las yeguas panzudas, orondas de haber pastado en los rojos zullares. Miguel de Cervantes aseveró: elíseos prados jerezanos. Yegüerizos de Jerez, los de las corvas navajas que derrotaron a los gabachos en Bailen.