Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Movilidad puntual

Que un cargo público utilice un vehículo público con un chófer público para atender un fin particular como es llevar a sus hijos al colegio, aunque le coja de paso, no está bien. Pero si además se niega el hecho durante días y después unas imágenes te dejan en evidencia, el error es mayúsculo.

Ha sucedido con el edil socialista José Antonio Díaz, que ante la rotundidad de los hechos ha rectificado su negación inicial y ha reaccionado diciendo que "lo volvería a hacer". Eso es precisamente lo que debieron pensar quienes le grabaron en dos vídeos (se habla de un sindicato municipal pero no está del todo claro): que lo volvería a hacer y por eso le estaban esperando. En la responsabilidad pública no sólo hay que ser honrado, sino parecerlo. Y con la que está cayendo en este país, aún más.

Díaz debería saberlo. La campaña de las elecciones municipales empieza mañana, pues son junto a las europeas la próxima cita electoral que se sabe con certeza. Su partido comienza ese camino con este asunto que se podría haber evitado o gestionado de otra manera. Determinadas declaraciones y sobre todo algunos silencios dejan claro que el asunto Díaz no ha gustado nada en un partido que preferiría encarar las elecciones municipales con otro tipo de problemas.

El protagonista de esta historia es responsable municipal de Movilidad y eso añade aún más gravedad al asunto, pues cuando se le preguntó si en esos traslados al colegio en el coche oficial sus hijos llevaban las reglamentarias sillas protectoras, ha respondido que "cree" que sí. Díaz no quiere que se utilice a menores en lo que considera es una contienda política, pero ha sido él y sólo él quien con su controvertida conducta los ha metido, no la oposición. Y probablemente lleven razón quienes, como él, han insinuado que existen o han existido otros casos similares en políticos y trabajadores municipales. De ser así han de ser igualmente censurados y sería algo que no restaría importancia a lo que se ha conocido esta semana.

¿Que ha sido un "hecho puntual", principal argumento del concejal? Por los videos que circulan han sido dos veces las que al menos se usó el coche oficial para un asunto personal. Luego no fue algo "puntual". Pero es que incluso de haber sucedido sólo una vez, es algo que está mal. No se han escuchado disculpas ni reconocimiento por parte del concejal de haber cometido un error. Todo lo contrario, ese "lo volvería a hacer" no le deja en buen lugar y asusta escuchar que no tiene conciencia de haber hecho algo mal. Si ha decidido no dimitir, es cosa suya. Si no es cesado, es asunto del partido y del gobierno al que pertenece. Uno y otros habrán sopesado pros y contras y sólo el tiempo dirá si este asunto les acaba pasando factura en las urnas o no.

"No hice un uso indebido. Es que me cogía de paso". Estamos ante otro ejemplo de confundir lo público con lo privado, un atajo al que por desgracia, y no es que sirva de consuelo a nadie, estamos acostumbrados. Lo que nunca deberían olvidar los políticos como José Antonio Díaz es que sus comportamientos han de ser ejemplares y que cuando se equivocan, como es el caso, han de reconocer los errores desde la humildad.

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