Juan Garrido

Muere Moneo, la campana más sonora del cante jerezano

Moneo nos ha dejado. Nos ha dejado sin aliento, apenas sin palabras, sin ganas de nada. Pensábamos que volvería a salir de ésta, como ya había ocurrido en otros difíciles momentos. Manuel Moneo Lara, que nace en la Plazuela en 1950, ha representado el cante patriarcal de Jerez de las últimas décadas. Amante de las buenas reuniones, escuchó desde que era un niño los cantes cabales de su tíos Luis de Pacote, Tío Chico, Agujetas 'El Viejo' o Alfonso 'El Berenjeno', en aquellas improvisadas fiestas del Tabanco Ignacio. La profundidad de su eco conmueve desde sus inicios, participando en espectáculos de Manuel Morao con los que da la vuelta al mundo. Luchador y protector de su buena familia, ha sido respetado y admirado por la afición del mundo entero hasta ser considerado como uno de los más importantes cantaores que ha dado la historia flamenca de Jerez.

Siempre estuvo presente en los grandes acontecimientos de la ciudad, desde los Viernes Flamencos hasta la Fiesta de la Bulería, pasando por el Festival de Jerez, sin olvidar su fuerte vinculación al entramado de las peñas flamencas. También fue requerida su presencia en multitud de ocasiones en localidades como Zamora, Madrid, Málaga, Sevilla, Valladolid o Algeciras, donde se le entregó el prestigioso galardón de la Palma de Plata en su XX edición. Sin duda, de los ratos más gratos que algunos tienen la suerte de recordar están los vividos en la peña Los Cernícalos cuando se unía con los suyos para derrochar desahogos en forma de lamentos sonoros. Hiriente en la soleá, trágico en la seguiriya y plazuelero en las bulerías.No llegó nunca a celebrarse el recital de la peña Buena Gente previsto para el pasado mes de junio, al verse ya impedido por su salud. Tampoco pudo estar presente, tal como anunciaba el cartel, en el Festival 'Jerez, Gran Reserva' del mes de julio en la Plaza de Toros. A él recurríamos para encontrar el metal brillante de su garganta, vestigios de Manuel Torre o Mojama, la fuerza bañada de temple, buscábamos su personalidad de fuego y su particular pronunciación.

Fue buen compañero, asistiendo a distintos homenajes como el que se le otorgó a Moraíto, Parrilla de Jerez, La Chati o a su hermano El Torta. Recordando sus múltiples apariciones llega a la mente las que ocurrían de manera espontánea en cualquier boda o bautizo, en la barra de un bar o en un camerino antes de salir ante su público. No tenía rival. Moneo era así, te rompía el alma, te hacía llorar, temblar o reír. Se marchó su hermano José, su hermano Juan, su nieto Manuel... duros golpes que apartaron de los escenario circunstancialmente a la voz más brillante del cante jerezano, la campana que mejor ha sonado. Volvió a cantar en la tarde del 14 de octubre del 2015 en el CADF, junto a Miguel Salado, en la presentación del disco 'Solidaridad' del Torta. También reapareció el 26 de febrero del 2016, en la Guarida del Ángel. Hablamos entonces con Barullo, su fiel hijo, sobre la capacidad de transmisión de su padre, así como del amplio conocimiento a la hora de ejecutar los cantes, dos elementos que lo situaron como máxima figura del cante gitano, concepto defendido por su admirado Antonio Mairena.

'El Bronce de la Plazuela' se despide en diciembre, como ya hizo su hermano 'El Torta'- el último día del año 13-, o Manuel Agujetas -que nos dejó el 25 del mismo mes del 2015-, dejando desolado al mundo del flamenco, a su mujer Loli, a sus hijos Manuel, Juan, Rocío y Macarena, a sus nietos y a sus amigos. Ya Manuel, este rey del cante, cuidará de su nieto Barullito, un príncipe de la guitarra

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