HE manifestado en numerosas ocasiones que no considero que exista arte de género, aunque muchos se empeñen en diferenciar la creación femenina como una suerte genuina con particularidades distintas a las de lo realizado por artistas hombres. Siempre partiendo de la premisa indiscutible de que sólo hay dos tipos de realidades artísticas: la buena y la mala; todo lo demás no son sino entelequias y dialécticas para llenar papeles en blanco. La creación artística es universal, sin fronteras de ningún tipo; lo que surge sale de un espíritu conformador sin límites, ajeno a diferencias de edad, sexo y religión. Sin embargo, existe una constatación ineludible y a la que hay que acudir necesariamente. La industria artística ha estado tradicionalmente llevada por la mujer. Galeristas de prestigio - Juana Mordó, Juana de Aizpuru, Elvira González, Oliva Arauna, Soledad Lorenzo… -, comisarias, directoras de centros y museos, especialistas y escritoras de arte - Ana Guash, María Corral, Rosina Gómez Baeza, Yolanda Romero, Lourdes Fernández, Victoria Combalia, Estrella de Diego, Elena Vozmediano, Carmen Jiménez…- han diseñado una profesión que ha sido el motor de una producción que, sin ellas, probablemente habría tenido un menor sentido. Sin embargo, en lo que supone la creación, no considero que haya una parcela femenina distinta, en concepto, a la masculina. Es, simple y llanamente, artistas en pleno ejercicio de su profesión. Lo que ocurre es que, últimamente, existen planteamientos interesados desde algunos sectores espurios que quieren fundamentar lo que no tiene excesivo sentido. Además existen pontificadores de la nada que pretenden estar en primera línea de actualidad con exposiciones que ofrecen, según sus misteriosos argumentos, un arte femenino al que se le atribuye no pocos increíbles criterios distintivos. Craso error. Estos pocos favorecedores del feminismo artístico, con una dudosa intencionalidad, sólo tienen credibilidad entre unos sectores políticos absolutamente desinformados que se dejan llevar por unos absurdos criterios de falsa modernidad.

Es cierto y claramente constatable que existe mucho arte realizado por mujeres pero, creo, que sin ninguna característica típicamente feminista. Es un hecho manifiesto del que no se puede dudar. Lo mismo que podría existir un arte hecho por clérigos o por soldados si a estos dos grupos humanos le hubieran dado por dedicarse a lo artístico.

Para atestiguar esto que afirmamos, vale con observar la cantidad importante de exposiciones que actualmente existen en los circuitos donde el protagonismo estriba en la creación llevada a cabo por artistas mujeres. Ya hemos comentado la magnífica exposición, comisariada por Concha Hermano, en el Centro CajaGranada Mueso de la Memoria de Andalucía, Rosas del Sur, con autoras que cubren una parcela cronología de casi cincuenta años. Hoy vamos a realizar un recorrido por algunas de las muestras de artistas mujeres que existen en nuestro entorno o que realizan autoras de esta zona en algunos espacios expositivos de importancia fuera de Andalucía.

En la malagueña galería Isabel Hurley se presenta la muestra 'Ut pictura', donde se realiza un apasionante homenaje a esa vuelta a una pintura que muchos habían considerado finiquitada y que, no cabe la menor duda, que está viva y en pleno auge. Después de ese tiempo en el que se cuestionaba su realidad, ahora su estamento es de lo más importante. Obras de Rosa Brun y Vicky Uslé comparten escenario con piezas de Miki Leal, Guillermo Mora y Kristoffer Ardeña para plantear la importante vigencia de la pintura. En el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga nos encontramos, nada más y nada menos, que la obra de una de las grandes de la actual creación mundial, Marina Abramovic, la autora que promueve a la instalación y a la performance un acto de fe creativa. En Cádiz, varias exposiciones están protagonizadas por autoras. En la galería Benot nos encontramos con la espectacular figuración de Carmen Bustamente, una de las artistas con más personalidad del panorama artístico de la zona gaditana. En el Museo de la capital de la provincia se nos ofrece la pintura de la artista polaca Izabella Godlewska, de ascendencia gaditana y que realiza un recorrido por sus visiones a lo largo de artista en ejercicio.

En Jerez, tres muestras ocupan la actualidad expositiva, las tres con artistas mujeres. En la galería Fedarte, la obra expresionista de Pilar Estrade, bello canto a una pintura donde realidad y abstracción pierden sus contornos. En el Espacio de la Calle, la actual galería de Carmen de la Calle, alguien que lleva tiempo luchando por el arte contemporáneo, nos encontramos con la obra de Ángela de la Sierra, una pintora en la que la abstracción evocadora, manifiesta sus postulados referenciales. En la sala Pescadería Vieja, el espacio más importante de Jerez, se presenta la obra de Bárbara Shunyí - Ana Bellido -, una de las más preclara grabadoras que existe en Andalucía.

En la capital hispalense nos encontramos, actualmente, con varias muestras donde las creadoras nos ofrecen sus jugosos y entusiastas trabajos. La galería Mecánica que, últimamente, tanto está apostando por los artistas emergentes y por los, todavía, jóvenes, se nos presenta '…Virgo, Rosas' con obras de María Cañas, Maria José Gallardo, Anna Jonsson, Natalia Latorre y Noelia García Bandera, ejemplo de primerísima mano del arte realizado por mujeres. También en la galería sevillana La Caja China se encuentra otra muestra con autoras- Anna Jonsson, María Paz Pérez Ramos, Gloria Martín y Mercedes de la Gala -. Muy importante es la exposición que tiene lugar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, con la obra de la joven artista iraní Tala Madani, quizás, la única referencia que podemos encontrar donde se pone en entredicho el papel que el hombre desempeña en la sociedad actual, con una pintura de naturaleza jocosa donde reflexiona sobre los juegos de poder y sobre la sexualidad.

Dos artistas de mucha relación con el arte granadino se encuentran actualmente exponiendo en Madrid. Por un lado María Acuyo presenta su obra en el Centro Tomás y Valiente de Fuenlabrada. La particular pintura de esta artista nos sitúa en unos microorganismos, pulcramente estructurados y bellamente dispuestos sobre la tela, que nos hacen participar de un mundo imaginario como si estuviese extraído de las lentes de un microscopio. También Paloma Gámez, la gran artista del color, presenta sus últimos trabajos en la galería Guillermina Caicoya donde nos el color blanco se estructura en distintos soportes dejando una enigmática visión de tan apasionante desarrollo formal.

Apasionante recorrido por las obras de artistas, sin más. Lo demás es querer promover falsas ilusiones para que, pardillos, caigan en las garras erróneas de listos interesados con objetivos poco claros - o demasiado evidentes -.