Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Parece que lo de chupar cabezas de gambas y langostinos va a pasar a la historia por decreto legal y que comer alimentos como la carne mechada, las verduras y hortalizas sin miedo a lo que pueda pasar va a ser de kamikazes, sin hablar de la conciencia extendida que hay de que la mayoría de carnes están super hormonadas. Todo lo que puede ser considerado bueno, o es ilegal, o engorda o mata, por lo que el gran hermano autoritario ya se encarga de recordarnos que, en asuntos de salud, no es bueno pasarse. Sobre todo, si lo hacemos el común de los mortales. Los intereses de cada ente de poder son tantos que, en cada época del año, nos bombardean con noticiones de la prensa amarilla para dislocarnos, en función de lo que interese. Es otra forma de aborregar. Una nueva forma de crear tendencia. Una manera subliminal de hacer posible que los niveles de libertad individual estén por los suelos cuando interesa, a quién le interese y cómo le interese. Lo importante es que sepamos darnos cuenta a tiempo para poder responder convenientemente desde la formación y la información en los temas que nos conciernan directamente. Lo de las redes sociales y las noticias falsas ya es para nota. Habida cuenta de que la mayoría de la gente tiene que comer algo para sobrevivir y que, exceptuando a los alérgicos, resulta complicado elegir menú a diario, resulta que aún tendremos mucho más miedo al bigote de una gamba por aquello de que nos acabe gustando, a la carne al horno mechada por aquello de criar gusanos antes de tiempo o a un solomillo de ternera por aquello de levantarnos una mañana más transexual de lo que ya somos. Por la misma razón, como somos muchos los que aún tenemos que respirar algunas horas a diario, debemos tener claro dónde meter las narices. No vaya a ser que sin alimentos y sin oxígeno acabemos antes de tiempo convertidos en robots.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios