Personas guardadoras

Hay gente que disfruta creando un vocabulario al que le han extirpado todos los rastros de afecto o de calidez humana

Apellidos y nombre de la persona guardadora", dicen los impresos de solicitud de plaza para los colegios de Andalucía. La "persona guardadora" es, por supuesto, el padre o la madre, o la persona que tenga la guarda y custodia del niño (en el caso de separaciones), o bien el tutor legal. De acuerdo, la composición de las familias actuales se ha vuelto muy compleja y ya no es fácil identificar a sus miembros con la misma facilidad. Ahora hay padres y madres del mismo sexo, o padres divorciados que no tienen la tutela de sus hijos. Y la Administración debe tener mucho cuidado con los protocolos burocráticos porque hay situaciones familiares que pueden resultar muy problemáticas, sobre todo en casos de parejas separadas o que están separándose. Hasta aquí, todo perfecto.

El problema es la horrible locución que se ha buscado para sustituir al de padres o madres. ¿No había otra fórmula un poco más hermosa o más cálida que esa de "persona guardadora"? Las tareas de unos padres (sean monoparentales u homosexuales o tengan la orientación sexual que tengan) no consisten precisamente en "guardar" a los hijos, sino en millones de cosas más. Ya sé que estamos hablando del lenguaje burocrático de un formulario, pero ese lenguaje va extendiéndose a través del uso y de algún modo se va imponiendo a los hablantes. Dudo mucho que la locución "persona guardadora" -que más parece referirse a un vigilante jurado- llegue alguna vez a introducirse en el lenguaje habitual, pero convendría no olvidar que el lenguaje debe ser un instrumento útil pero también económico y eficaz. Padre y madre son palabras hermosas, rotundas, inconfundibles, que ya estaban en labios de los guerreros de La Ilíada. Y además, a los padres o madres LGTBI les gusta mucho que les llamen justamente eso, padres o madres, porque para eso se han casado en muchos casos y han querido tener hijos, adoptándolos o del modo que haya sido.

Hay gente que disfruta creando un vocabulario robótico al que le han extirpado todos los rastros de afecto o de calidez humana. Es como si ser padre o madre de un hijo fuera un hecho vergonzoso o cuando menos cuestionable. Y sobre todo, "persona guardadora" es una expresión fea, muy fea. Recuérdenlo cuando vayan a inscribir a su hijo en el cole: ustedes no son más que una "persona guardadora", sea eso lo que sea.

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