Hoja de ruta

Ignacio Martínez

Prensa incómoda

LA relación de los políticos con la prensa nunca es fácil; salvo cuando los periodistas son muy partidarios de unas siglas, que los hay. En el resto de los casos, el político siempre cree merecer más gentileza. Esta manera de pensar no tiene fronteras; funciona en Andalucía, en España y en la humanidad. Kapuscinski sostenía que la prensa no debe ser nunca tendenciosa ni indiferente, cosa que tampoco es fácil. La ministra europea de Asuntos Exteriores y vicepresidenta de la Comisión, Catherine Ashton, cree ser objeto de una campaña de acoso por parte de la prensa internacional con base en Bruselas. No se aprecian mucho su relajada afición al trabajo y las permanentes escapadas al norte de Londres, en donde está su casa familiar.

Sin ir más lejos, lady Ashton no ha perdonado su weekend británico este sábado y domingo, y ha pasado olímpicamente de la cumbre en Granada entre Europa y Marruecos. Con la reunión informal de ministros de Exteriores en Córdoba, previa al fin de semana, se dio por cumplida la baronesa. Y ya hizo lo mismo hace dos semanas, con la reunión de los ministros de Defensa de la UE en Mallorca. Se trata de un encuentro semestral y vino el secretario general de la OTAN, pero a ella no le cabía en su agenda. Tantas son las críticas de la prensa, que los jefes de la diplomacia europea han salido en tropel en defensa de la jefa del servicio de acción exterior de la Unión Europea. Empezando por el ministro español, que aludió en Córdoba a su esfuerzo sin descanso, y siguiendo por el británico, el finlandés o el luxemburgués. El alemán, Westerwelle, ha sido más malvado: ha dicho que la mayor parte de las críticas son malintencionadas. Lo que significa que en parte son acertadas.

En fin, éste también es un mal nacional. El presidente de la Generalitat y del PP valenciano, Francisco Camps, ha impedido que se expusieran unas fotos que no le agradaban en el Museo de la Ilustración y la Modernidad de Valencia, que depende de la Diputación Provincial, controlada por su partido. Era una muestra de fotoperiodismo con las mejores imágenes de 2009 y en alguna se veía al presidente saliendo del Tribunal Superior de Justicia, tras declarar sobre su implicación en el caso Gürtel. Muchas fueron portada en la prensa nacional. Camps ya se preocupó de que en su televisión regional este caso de corrupción no existiese. Y ahora quiere borrar toda huella del asunto.

Su colega andaluz, José Antonio Griñán, cuando llegó al cargo hace un año escaso hizo magníficos discursos sobre el papel de la crítica periodística en una sociedad democrática. Sin embargo, el sábado, en el congreso del PSOE de Sevilla ha dicho que ya no se comunica con artículos en los periódicos, que casi nadie los lee. No quiero pensar que el presidente de la Junta pueda ser víctima del mismo síndrome que lady Ashton y el honorable Camps.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios