Tribuna cofrade

Manuel Serrano Jiménez

Ex hermano mayor de Cristo Rey

Purísima Concepción de María

Como es sabido de todos, cada año al llegar el 8 de diciembre la Iglesia Católica celebra la Festividad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Se trata de una celebración de enorme trascendencia para los cristianos, en la que se recuerda, con gratitud y alegría, el designio divino por el que la Madre de Jesús quedó preservada del pecado original desde el momento mismo de su concepción. La Iglesia ha preservado desde sus inicios la certeza de que María es “Inmaculada”, es decir, en ella no hay pecado, Y ESO ES DOGMA DE FÉ.

Hace unos días hemos pasado la festividad de la Inmaculada Concepción de Maria conocida también como la Purísima Concepción, una festividad eminentemente mariana que, desgraciadamente, se está perdiendo poco a poco, y casi pasa desapercibida para algunos cofrades e incluso a cristianos y a mí me da mucha pena, tendiendo en cuenta lo que hemos vivido, en cuanto al culto y a la festividad de la Inmaculada, hace muchos años en esta festividad.

Esa devoción a la Inmaculada la hemos aprendido los alumnos de los Colegios o de las Escuelas de LA Salle de Jerez, (como cada uno prefiera) en las aulas de la boca de los distintos hermanos de la Escuelas Cristianas o profesores laicos que nos han educado e inculcado en esta preciosa devoción hacia la Madre de Dios con su advocación de la Inmaculada Concepción.

Recuerdo que en mi niñez, y seguro que muchos de vosotros también lo harán, ese día era una fiesta mayúscula y allí padres, AA. AA. hijos, profesores, hermanos, celebrábamos la solemnidad con diversos actos que comenzaba por la Santa Misa, seguida de un desayuno con chocolate y “bollos de leche”, ¡¡¡¡¡ummmm exquisitos, riquísimos¡¡¡¡¡ sobre todo para nosotros los niños y los jóvenes que nos comíamos todo lo que podíamos y había en aquellas largas mesas que se montaban en las galerías dónde estaban las clases. Aquellas mañanas, recuerdo que frías y muchas veces lluviosa, y si era posible (por el tiempo naturalmente) los clásicos partidos de futbol del patio, de los alumnos, de los jóvenes y luego final los padres, aunque antes en el salón de actos había el Tríptico Mariano, el cual tuve el honor de pronunciar, siendo ya padre de familia (recuerdo que era presidente del APA del Colegio La Salle Buen Pastor, y uno de los últimos que se celebraron).

Lo mismo ocurría en el Colegio La Salle Buen Pastor, o La Salle Cristina, como se conoció hasta su traslado a la calle Clavel/Antona de Dios. Dia grande a todos los efectos, era el día que conmemoramos la Festividad grande de la INMACULADA CONCEPCION, a la MADRE DE DIOS, que además era Inmaculada por designios divinos. En ese colegio al igual que el del Sagrado Corazón también era un día muy especial, con festival deportivo, festival de música, en fin todo lo que se podía hacer para festejar tan grande solemnidad.

Que pena que se ha perdido todo esto, un día de fiesta para todos, principalmente para los niños que lo pasábamos bomba y seguro que muchos de los lectores que están leyendo este articulo en honor de la INMACULADA CONCEPCION DE MARIA, también sentirán la nostalgia de aquellos tiempos que ya no van a volver nunca, por motivos que es muy largo de exponer pero que sabemos que la dejadez, la comodidad, la relatividad, la televisión, los viajes, etc. etc. hicieron posible que decayeran.

Siempre en los colegios nos trataron de meter la devoción hacia la Santísima Virgen con esa advocación tan especial para los hermanos de LA Salle como La Inmaculada, porque creemos que Ella por ser la Madre de Dios, una fiesta grande que La Salle así lo entendía y nos lo transmitió a muchísimos alumnos de nuestra ciudad, y también el ejemplo más significativo es el de la devoción que nos inculcaron también a la STMA. VIRGEN DE LA ESTRELLA, cosa que es sabida de todos los que hemos pasado por esas aulas, que han servido con esa educación que también es la de Patrona del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y hoy no es de extrañar que la Advocación a la Virgen de La Estrella sea tan nombrada, venerada y querida, no sólo por toda la familia Lasaliana que lo demuestra constantemente, sino por una buena parte del pueblo cristiano y cofrade de Jerez.

Ala Stma. Virgen, llámese LA Estrella de Monteburgo, LA Inmaculada Concepción o LA Estrella de jerez, merecen que sean veneradas, al igual que todas las advocaciones, con lo que le corresponde a Ella.

Veneración máxima, esa es la que debemos a la Santísima Virgen María, considerada la persona más grande en gracia y amor, después de Jesús. (Catecismo: #971) Y esta veneración máxima que se hace a la Santísima Virgen es en razón de su dignidad de ser la Madre de Dios.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios