Opinión

Jorge Ramos

Director Gerente de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre

Real Escuela Ecuestre: A lomos del COVID-19

Uno de los empleados que estos días acuden diariamente a cuidar a los caballos en la Real Escuela.

Uno de los empleados que estos días acuden diariamente a cuidar a los caballos en la Real Escuela.

En estos días de obligado sosiego, que no sin preocupación, me llamó la atención la siguiente cita: "La historia de la humanidad está en las espaldas de un caballo".

Creo que aquí en Jerez, nuestra imaginación rápidamente cabalga visualizando las grandes gestas de la historia, y que sentimos tan cercanas como la batalla de Guadalete, la salida desde Sanlúcar de nuestros caballos hacia América con Magallanes, o el florecimiento industrial de las bodegas y el transporte de sus vinos, con las labores en nuestras vides y nuestros campos del omnipresente caballo en nuestra memoria.

Desinfectación ante la fachada principal de la Real Escuela. Desinfectación ante la fachada principal de la Real Escuela.

Desinfectación ante la fachada principal de la Real Escuela.

Siempre he afirmado, desde que llegué a la Real Escuela, que nuestros caballos "no entienden de política"... como tampoco entienden de pandemias ni de aislamientos forzosos. Así, desde el fatídico viernes 13 de marzo que tomamos la decisión de cerrar las puertas de la Real Escuela, hemos procurado que ellos no sufran la terrible soledad del confinamiento, pensando sobre todo en su bienestar y salud, ya que requieren de cuidados y ejercicios diarios, con muy graves consecuencias en caso de no contar con ellos; y así lo entendió la Junta de Andalucía al incluirnos en la Orden de la Consejería de Presidencia, Administración Pública e Interior el 15 de Marzo, como "Servicios Esenciales" en lo que respecta al "mantenimiento de instalaciones y cuidado de animales", por lo que desde el mismo lunes 16, son veinticinco los empleados de la Real Escuela que cumplen diariamente, con una profesionalidad ejemplar, con sus trabajos de cuidados veterinarios, limpieza y mantenimiento de cuadras e instalaciones, además del ejercicio activo de los caballos por parte de los jinetes, para los que quiero desde aquí expresarle mi máximo reconocimiento, como al resto de profesionales que desde su domicilio, trabajan diariamente en mantener viva la actividad de la Real Escuela, como tantos trabajadores de nuestro entorno.

Labores en el interior del guadarnés de la institución. Labores en el interior del guadarnés de la institución.

Labores en el interior del guadarnés de la institución.

Todo estos esfuerzos están encaminados a prepararnos para la vuelta a la actividad, porque más tarde o más temprano todo esto terminará, y debemos estar preparados para ello. Preparados porque -y no son meros retoricismos- debemos volver fortalecidos, más fuertes en nuestro papel de trasladar nuestros valores a la sociedad: la belleza de nuestra tradición, nuestra cultura, nuestro arte...una sociedad que buscará ansiosa confianza, cercanía de lo real, la verdad del trabajo y del esfuerzo, disfrutar de sensaciones, emociones...y poder compartirlas.

En las cuadras de los caballos de la Real Escuela. En las cuadras de los caballos de la Real Escuela.

En las cuadras de los caballos de la Real Escuela.

Tenemos una gran responsabilidad, todos los que en nuestra tierra nos orientamos al turismo, auténtico motor -que lo será- de una necesaria recuperación económica en términos de empleo y generación de riqueza, que dependerá de cómo volvamos, para que esa recuperación sea lo más rápida y eficaz posible. Preparémonos por tanto, a planificar sobre cómo será el nuevo escenario que nos espera, con nuestros clientes (sobre todo operadores turísticos y mayoristas, que nos necesitan para recuperar su actividad y sus grandes inversiones), nuestros proveedores con los que habrá que redefinir nuestra relación, los nuevos canales de comercialización, la reorientación al mercado nacional, pero sobre todo, busquemos la cooperación, tanto la público-privada que se muestra como una eficaz salida, como entre todos los agentes turísticos y económicos de nuestro entorno ¿o también vamos a hacer aquí "la guerra por nuestra cuenta"?.

Salgamos fortalecidos, unidos y con un objetivo común: Seguir escribiendo la historia desde la espalda de un caballo, que de eso Jerez tiene mucho que decir, y la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre a su disposición.

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