Recuento anual

Sería oportuno concederle una primera mención a la prensa, en general, y otra del mismo tenor a la 'nuestra'

Hace un par de días, el diario francés Le Monde, tan ponderado e incapaz de permitirse ninguna estridencia efectista en sus titulaciones, abría su primera plana rompiendo moldes, con un llamativo Gran Caos, como forma abreviada y contundente de dar cuenta, tras mirar hacia atrás, del transcurso político del año. Pero aún era más preocupante que, estas mismas palabras de recuento final, sirvieran también para anunciar las expectativas, no menos oscuras, de los meses venideros. Con especial delicadeza, las crónicas y editoriales del periódico destacaban que esta grave preocupación tiene su causa no sólo en los muchos puntos negros conflictivos existentes, sino también en la escasa o nula confianza que transmiten los políticos -de uno otro signo y de una u otra geografía- encargados de solventar los problemas latentes.

Sin embargo, a pesar de los datos que justifican tan negativos presagios, la lectura de las excelentes columnas de Le Monde, paradójicamente, apaciguan y tranquilizan un poco. No porque sus periodistas edulcoren las noticias, sino por la clarividencia y aliento que encierran sus opiniones; ya que el lector deduce que, cuando menos, hay alguien próximo que vigila, piensa y escribe para él, para que entienda lo que está pasando y tome sus precauciones. Esta complicidad directa entre la prensa escrita y su público siempre ha existido, pero en momentos como los actuales se convierte en una necesidad apremiante. ¿Se imaginan esta cadena de conflictos en los que estamos inmersos, gestionados a solas por los políticos en el poder, sin ser contrarrestados por la crítica de una opinión pública alimentada desde la prensa independiente?

Por fortuna, en España, en los tensos y turbios meses del año que finaliza, casi toda la prensa escrita ha respondido también a ese papel necesario y encomiable. Y en Andalucía aún más, porque esta prensa regional que nos acoge, permanece como el único vehículo que proporciona una imagen bien trabada de articulación entre unas y otras de las ocho provincias. Una articulación, además, que busca con su presencia ofrecer y mezclar una extensa y liberal gama de opiniones y de puntos de vistas; tal como lo reclama la diversidad misma de Andalucía, necesitada de todas esas opciones críticas para estimular su nunca acabado proceso de reconstrucción y despegue. Por todo ello, en este recuento anual, sería oportuno concederle una primera mención a la prensa, en general, y otra del mismo tenor -aunque parezca interesado- a la nuestra.

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