Escribo estas líneas el día en que celebramos el aniversario de la Constitución. Viendo las pegas que muchos que han nacido en democracia gracias a esa Constitución ponen a la misma, parece que lo mejor de la celebración es el día de vacaciones, que por supuesto ellos también disfrutan. Tal día como hoy, mucha gente que se había jugado la cara por defender la democracia (por entonces te la partían solo por pronunciar esa palabra), acudió a votar siguiendo la letra de una bella canción: "sin ira libertad, guardando su miedo y su ira". Ya sesentón, he de reconocer que también, se reconozca o no, hubo quien renunció a su poder en un parlamento monocolor, para permitir que consiguiéramos lo que entonces se podía conseguir, y creo justo reconocerlo. ¡Qué fácil es para quien ha nacido en democracia, criticar a quienes hicieron posible, con su voto, su esfuerzo y en ocasiones con su salud o incluso su vida, que este país tuviese una constitución democrática! ¿Que se pudo hacer mejor? ¡Qué fácil es decirlo cuando nunca se ha perdido la libertad y por eso no se valora! No he visto yo a ninguno de esos que dicen que los del 78 hicimos una cagada corriendo delante de la policía por dar su opinión. No, ahora, incomprensiblemente, es la policía quien tiene que retirarse para que no les denuncie un imbécil que se divierte creyendo que insultar o agredir a la autoridad es democracia. Eso es libertinaje, aquí, en Europa y en cualquier país civilizado. Pero aquí, con los puñeteros miedos a que nos digan que no somos demócratas aguantamos que gente que nada ha aportado a nuestra libertad y menos a nuestra democracia, se permita coger la bandera de un cambio que no dicen en qué consiste, ni a quién beneficia (aunque me lo puedo imaginar), ni a donde nos lleva. A todos los que dicen que los del 78 somos unos capullos, solo les exijo dos cosas: una, que al menos se lean la constitución vigente. La segunda es más difícil para muchos de ellos, pero al menos si lo consiguen comenzarán a comprender qué es la democracia. Es muy sencillo, les exijo… ¡Respeto!