Las dos orillas

josé Joaquín / león

Un Rey para las dos Españas

SÓLO las personas mayores de 40 años han vivido las diferencias entre la España en la que ha reinado Juan Carlos de Borbón y la anterior, que fue la de la dictadura. La del Rey es la España de la democracia, que se construyó a partir de su voluntad inequívoca, proclamada desde el principio, para integrar a todos. Era el Rey de la España de Franco, que lo designó para que lo sucediera en el poder. Pero también quiso ser el Rey de los que perdieron la Guerra Civil, que lo aceptaron. No en el 23-F, sino antes, a partir de que Santiago Carrillo se quitó la peluca y fueron legalizados los comunistas. La monarquía está votada en las urnas (detalle que olvidan algunos comunistas de IU, como Cayo Lara), cuando en 1978 se aprobó la Constitución, que sigue vigente. Por cierto que los partidos que se situaron ayer al margen del sistema, tras la abdicación, han sido IU, Podemos, ERC y Bildu. Un detalle para la reflexión.

No es cierto que la Transición termine ahora, con la abdicación de Juan Carlos I para que reine su hijo, Felipe VI, que lleva 46 años preparándose para eso. La Transición terminó en octubre de 1982, cuando Felipe González llegó al poder tras ganar las elecciones. El PSOE, uno de los partidos que perdieron la guerra, volvía a gobernar. Gracias a la reconciliación de las dos Españas que impulsó el Rey de todos. Y se superaba el tradicional fratricidio hispano, la radicalidad histórica/histérica de las derechas y las izquierdas. Y se confirmó que esta monarquía (como en el Reino Unido, Holanda o Suecia) es democrática.

Con el rey Juan Carlos han gobernado UCD, PSOE y PP. Los que más han gobernado han sido los socialistas, que han estado en el poder durante 21 años de los 39 (trece y medio con Felipe y siete y medio con Zapatero). Por medio y después hubo alternancia con el PP. Todo esto nos parece normal, y lo es, y lo debe ser. Pero repasando la historia de España, en los siglos XIX y XX, se comprueba que ha sido una excepción. Hasta que llegó un Rey que en la Transición fue aceptado por UCD, AP, PSOE, PCE y el nacionalismo catalán de CiU (otro detalle que se omite). Esta Constitución reflejaba el pacto de las Españas, la superación del odio y las venganzas.

Ahora se abre un tiempo en el que debe haber otro Rey para todos los españoles del siglo XXI. También para los que tienen menos de 40 años y sólo han conocido la España de esta monarquía: con sus virtudes y sus defectos, pero democrática.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios