EL Rey andaba preocupado porque era consciente de la preocupación de los españoles por su salud. Parece una perogrullada pero no lo es. Al Rey, en estas semanas de recuperación de la operación de pulmón del mes de mayo, le preocupaba la rumorología, lo que contaban quienes decían saber y expandían datos sin fundamento: que se preparaba la abdicación, que el Rey tenía un grave cáncer, que por razones de Estado existía un pacto de silencio de sus médicos, que apenas podía caminar, que tenía lagunas de memoria que aconsejaban que no hablara en público… Le preocupaban, lógicamente, esas historias. Como le preocupaba su salud, y no ha dejado de hacer sus ejercicios respiratorios -por eso se quedó dos semanas en Barcelona tras la operación- para recuperar su capacidad torácica. Ha tenido fuertes dolores en el brazo y en el costado debido a la operación, y se ha cuidado; aparte de que en las primeras semanas se resentía si debía permanecer excesivo tiempo a pie. Ahora, con el comunicado médico que anuncia su recuperación completa, firmado por médicos que nunca pondrían en cuestión su profesionalidad ocultando la verdad aunque del Rey se tratara, es de esperar que cesen de una vez esas murmuraciones.

Coincide el comunicado médico con la polémica sobre la actitud de la Familia Real ante la huelga general decretada por los sindicatos. Algún medio de comunicación se refirió a su "neutralidad" anunciando que los miembros de la Familia Real habían cancelado los actos de su agenda, cuando la realidad fue muy distinta.

En los últimos días se mantuvieron varias reuniones - y así se explicó a quien quiso informarse- para analizar la situación y ver cómo se debía actuar ante la convocatoria de huelga. Que la Casa Real es neutral no hay ni que plantearlo, se sabe, y tanto los Reyes como sus hijos lo han demostrado sobradamente. Lo que había que estudiar es si se mantenían los actos a celebrar fuera del Palacio Real o La Zarzuela. Y se llegó al acuerdo de cancelarlos por varias razones: evitar que se organizaran algaradas con piquetes "informativos" en las cercanías, sabiendo que acudirían los medios de comunicación, y además respetando el derecho de quienes debían asistir a esos actos a actuar como consideraran conveniente: sumándose a la huelga, negándose a seguirla, o simplemente respetando que, por prudencia, decidieran no acudir a un acto en el que podían producirse incidentes. Por tanto, se cancelaron las salidas de Zarzuela y se mantuvo sólo el trabajo habitual de despacho, incluidas audiencias y el encuentro semanal con el presidente de Gobierno.

Está sano, está bien, con unos kilos de más por haber dejado el tabaco y por la falta de deporte, y según los médicos, recuperado de su operación de un nódulo pulmonar benigno.

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