A rienda suelta

/ Pilar Nieto / Pnieto@diariodejerez.com

Rocío

HOY se ponen en camino hacia la aldea de El Rocío más de un millar de romeros jerezanos y en la madrugada del próximo lunes habrá concentradas allí, según aseguran los almonteños, alrededor de un millón de personas. Ahí es nada. Cuando cualquier profano les preguntan sobre esta romería, esta fiesta en la que se conjugan los elementos más diversos como la fe, la juerga, la vanidad, el coto de Doñana, la seguridad... los rocieros suelen contestar sin demasiadas explicaciones: "es que el Rocío hay que vivirlo". En mi caso no hablo de oídas, porque hace ya bastantes años que acompañé a la Hermandad de Jerez hasta la aldea cubriendo informativamente los pormenores de la romería. Asistí atónita a una celebración en la que se citan gente del más distinto pelaje: ricos, pobres, ingenieros, peones, médicos, abogados... y la única conclusión a la que pude llegar es que "hay que vivirlo".

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