La columna

Bernardo Palomo

Sabio llanero solitario

ANOCHE inauguró en la Sala Pescadería el pintor jerezano José Manuel Reyes. Su obra impactante cautivará a todo aquel que la contemple. No se la pierdan; la particular interpretación de la vendimia no les va a pasar desapercibida ni les va a dejar indiferente. José Manuel Reyes es protagonista, también, en estos días vendimiadores por ser el autor del cartel anunciador de la Coronación Canónica de la Esperanza de la Yedra. Las farolas de la calle Larga y la infinidad de escaparates de los comercios dan cuenta de la importancia de la obra anunciadora. Ya, él fue en otras dos ocasiones el autor de la obra que servía para cartel oficial de la Semana Santa de Jerez. A nadie - quizás a los envidiosos de turno y a los no pocos quisquillosos que existen tanto en el universo de las Hermandades como en el de la creación artística - le pasó desapercibidos aquellos dos espléndidos trabajos. Y es que José Manuel Reyes es un artista bueno, trabajador, sencillo y ajeno a las controversias que existen, también, en los dos estamentos. Fue cofrade, de los buenos, y salió bastante desengañado. En las cofradías dejó obras de infinita categoría. Pidan a la Hermandad del Santo Crucifijo que les enseñen la magnífica serie de obras salidas de los pinceles del artista. Será difícil que olviden la experiencia pictórica en torno a la cofradía de la Madrugada. Como artista en ejercicio, es un llanero solitario; los equívocos discursos que salen de los interesados planteamientos artísticos de unos y de otros, le cogen al pintor, como debe ser, pintando y está muy al margen de todo cuanto pasa en los entresijos politiqueros de un arte con demasiados efectismos. Por eso, José Manuel Reyes, sólo ejerce de lo que únicamente es: un pintor sabio, ajeno a todo y a todos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios